Llega el punto y final para una experiencia inolvidable

Termina nuestra aventura particular durante tres días al volante de un Ford EcoSport que nos deja unas magníficas sensaciones.

Llega el punto y final para una experiencia inolvidable

Esto se acaba… Nos hemos dicho por la mañana en el desayuno los participantes en esta aventura. Hasta la dueña de Casa Antolina, Marian, que nos ha dado los buenos días con un perol enorme de migas para desayunar, además de su bizcocho casero riquísimo. Sí… echaremos de menos a esta familia improvisada de fin de semana, esos en los que nacen nuevos contactos, quién sabe si para siempre… Echaremos de menos la sensación de libertad por los caminos de tierra, el divertirse con un volante del Ford en mano, echaremos de menos mirar por el retrovisor a ver dónde se ha metido el otro coche o eso de bajar la ventanilla y gritar ¡qué chulo!

Pues sí, ahora toca ya recoger la maleta, hacer un hueco en ella para los productos locales (queso con pimentón, aceite del lugar, naranjas de la huerta cacereña, mermelada casera…) y dejar atrás San Martín de Trevejo y sus gentes, esperamos que hasta pronto, para enfilar ya hacia Madrid, donde nos espera la rutina, las prisas, el asfalto y un calor de 30 grados, por cierto.

Tres horas y media de conducción por la A5 en los que confirmamos que este Ford EcoSport es, efectivamente, un coche polivalente, capaz de todo, que se adapta a nuestros cambios de chip.

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