La proliferación de los patinetes eléctricos como solución de movilidad personal en muchas urbes europeas, ha tenido consecuencias desagradables para sus propietarios. En los últimos meses, se han seguido registrando diferentes problemas en los que se han visto involucrados este tipo de vehículos. Esto ha llevado a prohibiciones y regulaciones varias en muchas localidades españolas.
Los problemas más comunes de los patinetes eléctricos tienen que ver con la seguridad vial. Estos se han visto envueltos en accidentes tanto con peatones como con vehículos y también se ha visto incrementado el número de infracciones de tráfico causadas por sus conductores. Además, algunas de las quejas por parte de los ciudadanos sobre estos vehículos inciden en que este medio de locomoción se deja aparcado en mitad de las aceras, obstruyendo el paso de peatones.
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Por otra parte, el impacto en el espacio público también ha llevado a la saturación de patinetes, especialmente los de alquiler, en ciertas zonas de las ciudades, afectando la movilidad peatonal y la estética urbana. En definitiva, la multiplicación de patinetes eléctricos en las ciudades ha traído consigo beneficios en términos de movilidad y sostenibilidad, pero también ha generado diversos problemas que han requerido la implementación de regulaciones específicas.
Madrid, una de las pioneras
Una de las urbes que más regulaciones ha impuesto a los patinetes eléctricos es la ciudad de Madrid, que se ha extendido en muchos casos a toda la comunidad autónoma. La capital, ya ha implementado zonas de estacionamiento específico y límites de velocidad, además de restringir el uso de patinetes en aceras y calles peatonales.
Aunque la medida que más voces levantó (a favor y en contra) fue la de prohibir la entrada de estos vehículos de movilidad personal tanto en autobuses, metro como en Cercanías Renfe. Desde el pasado 4 de noviembre en metro y autobuses y desde el 12 de diciembre del año pasado en los trenes, los usuarios de este tipo de vehículos tienen prohibida la entrada en estos medios de transporte.
Se extiende la prohibición
Ahora, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid ha comunicado que amplía la prohibición de acceder con patinetes y monociclos eléctricos a la red de transporte público de la región, con el fin de garantizar la seguridad de los usuarios. La medida se va a extender hasta el año 2027. Una medida que entró en vigor con carácter transitorio el pasado mes de octubre, tras explotar la batería de uno de estos dispositivos en el interior de un tren del suburbano.
Esta restricción afecta a las instalaciones y trenes de Metro, autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), interurbanos y urbanos de otros municipios, Metros Ligeros, Tranvía de Parla y los intercambiadores de Plaza de Castilla, Moncloa, Príncipe Pío, Plaza Elíptica y Avenida de América. Se revisará de nuevo en 2027, fecha en la que estos vehículos estarán obligados a disponer de una certificación de la DGT. En esa fecha, se volverán a analizar sus características y su posible riesgo para los viajeros.
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