Quizá sea impresión nuestra, pero a menudo parece que Infiniti y Lexus se siguen los pasos. Si ayer traíamos el Infiniti Q60 Coupé, hoy es la marca de lujo de Toyota la que deslumbra con su nuevo cupé, el LC500, aunque con un enfoque ligeramente distinto.
Y es que, si el Q60 Coupé se presenta como un modelo con varias motorizaciones y niveles de acabado, el LC500 es un deportivo de lujo que busca aunar ambos conceptos bajo una única configuración.
Estéticamente es espectacular, algo que se debe, una vez más, a haber respetado al máximo el prototipo del que proviene: el LF LC. La enorme parrilla delantera apoyada por los angulosos faros le confieren una presencia imponente, el largo capó se une de una manera muy orgánica al techo, que cae suavemente hasta una zaga en la que los pilotos de características formas y el difusor con dos escapes se reparten el protagonismo. El conjunto ofrece una imagen dinámica potenciada por la longitud y su baja altura.
El habitáculo tiene una configuración 2+2, aunque las plazas traseras son aparentemente testimoniales, para niños o gente bajita. El cuero y el alcantara en tono marrón tapizan todo el interior y se combinan con materiales de corte premium, como el magnesio que da forma a las levas el volante. El cuadro de instrumentos es totalmente digital y los mismo ocurre con la consola central que, eso sí, luce un reloj analógico a su lado.
Pero la deportividad no solo se aparente, después hay que ratificarla en la conducción, y Lexus se ha encargado de ello. Estrena una nueva plataforma de propulsión trasera (GA-L), se han utilizado materiales ligeros como aluminio y fibra de carbono para contener al máximo el peso, repartirlo 52-48 entre ambos ejes y mantener lo más bajo posible el centro de gravedad; cuenta con suspensión multilink y monta un motor V8.
El bloque, atmosférico y de cinco litros de cilindrada, desarrolla una potencia de 467 CV y un par máximo de 530 Nm, y se asocia a una caja de cambios automática Aisin de 10 relaciones. Con dicha configuración acelera de 0 a 100 en 4,5 segundos. Tampoco hay problema a la hora de frenar ya que, tras las llantas de 20 pulgadas (21 opcionalmente) se encuentran pinzas de freno de seis y cuatro pistones.
A continuación os dejamos el vídeo de la presentación y la prueba que han podido hacer lso compañeros de Motor Trend:
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.