La industria automotriz china tiene un prestigio en ocasiones discutido, puesto que muchos de sus fabricantes se dedican a copiar sin tapujos modelos de marcas europeas o americanas. Por suerte otras rehuyen de esta actividad, como Qoros y la novedosa Lynk & Co. Esta última ha demostrado que merece la pena el trabajo bien hecho.
Su primer modelo, el Lynk & Co 01 (en un alarde de originalidad nominal), es un todocamino que la compañía presentó como “el coche más conectado del mundo”, pero lo más llamativo no ha sido eso. La firma organizó tres días de preventa para el SUV, y en el momento en que se abrieron los pedidos recibieron 6.000 reservas en 137 segundos, poco más de dos minutos.
Se trata de toda la producción inicial prevista para el todocamino, pensada exclusivamente para el mercado asiático. Hasta 2019 no se abrirán los pedidos para Europa y los estadounidenses tendrán que esperar todavía más, hasta 2020.
Uno de los puntos más peculiares de la empresa es su filosofía de venta, que explica así Alain Visser, vicepresidente de la compañía: “Queremos romper las barreras a la propiedad de los automóviles. No hay combinaciones complicadas, ni decisiones que tomar, ni ningún tipo de negociación. Nuestra política de precios fijos, el modelo se suscripción, la conectividad gratuita y la garantía de por vida se encargan de todos los detalles aburridos y complicados, permitiendo al cliente centrarse en la parte divertida del asunto”.
Ya ofrecimos todos los detalles del Lynk & Co 01 en esta información previa.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.