Más de cinco millones de personas conducirán ebrias esta Navidad

Cuarenta años después de que Stevie Wonder lo dejara clavado en el imaginario colectivo (“Si bebes, no conduzcas”), más de cinco millones de automovilistas circulan en paralelo a esa idea y durante las próximas Navidades consumirán alcohol antes de pornerse al volante.

Con la rebaja de la tasa de alcoholemia ya en marcha, aunque varada en los trámites parlamentarios, uno de cada cinco automovilistas olvida el riesgo: el 19% reconoce que utiliza su vehículo tras beber alcohol durante las fiestas de Navidad.

Un informe de la Fundación Línea Directa, basado en una encuesta a 1.700 conductores, señala, además, los tres momentos críticos: cenas de empresa (45%), Fin de Año (37%) y Nochebuena (37%). La mayoría de ellos lo hicieron con cierta feliz ignorancia: no les pareció peligroso y “no percibieron riesgos distintos a los habituales”.

Fallecidos después de beber alcohol

Las cifras toman otra dimensión al unirlas a esta: el 48% de los conductores fallecidos en 2024 había ingerido alcohol o drogas, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Solo una minoría de los automovilistas que han bebido acaba mal parado, pero un alto número de los conductores fallecidos iban ebrios al volante.

Un tercio de los conductores fallecidos en accidente de tráfico en 2024 dio positivo en alcohol, y una mayoría alcanzó cifras muy elevadas: el 23% registró una tasa de alcoholemia superior a 1,2 gramos por litro de sangre. Esta cifra está tipificada como delito contra la seguridad vial y el Código Penal la castiga con pena de prisión de tres a seis meses. También resulta habitual el policonsumo: el 22% de los conductores fallecidos habían combinado alcohol con drogas y psicofármacos.

Uno de cada tres delitos que se comete en España es contra la seguridad vial. Casi dos de cada tres de estos, por consumo de alcohol o drogas. Y en un país en el que beber en compañía está bien visto, tomar perspectiva y percibir el riesgo resulta complicado.

Así lo relató en su día el alumno Juan (nombre ficticio), un camarero de bar que en 2019 salió de trabajar en Madrid y se topó con un control. “Vale, vale –le dije al policía–, pero te voy a reventar el cacharro. Son las cinco de la mañana, he salido de currar y voy a dar positivo. Soplé, me quitaron la moto, hubo un juicio rápido y la sentencia fueron ocho meses de retirada. Oye, creía que iba bien, pero di 1,16. Un montón, vaya”, recordaba.

Comidas de empresa

En Navidad, el momento preferido para consumir alcohol en las comidas de empresa es durante la cena (61%), seguido del aperitivo (48%) y, en tercer lugar, la sobremesa (26%). Además, el 22% de los conductores lo hacen en dos de estos momentos y el 7% en los tres. Por tipo de bebida, las más habituales son cerveza, vino y, en menor medida, copas o combinados.

Por territorios, las comunidades con mayor porcentaje de conductores que admiten conducir tras haber bebido son Cantabria (25%), Comunidad Valenciana (24,8%) y Baleares (24,5%), mientras que Castilla y León (8,2%), La Rioja (8,8%) y Castilla-La Mancha (10,3%) son las más bajas, lejos de la media nacional (18,6%).