Corría el año 1984 cuando llegó al mercado el primer Mercedes-Benz Marco Polo. Durante cuatro décadas ha sido una fuente de aventuras mientras, al mismo tiempo, evolucionaba en términos de funcionalidad, comodidad y estilo. Su futuro será eléctrico, pero ¿cómo ha sido su historia hasta ahora?
Desde el principio, el Mercedes-Benz Marco Polo ha cuidado su concepto básico para que permaneciera inalterado. Así las cosas, la furgoneta sigue equipada con una cama en el techo, un banco-litera, asientos delanteros giratorios y una cocina con fregadero y nevera, así como módulos de armarios y cajones.
El futuro del Marco Polo es la electromovilidad: a partir de 2026, todas las furgonetas de Mercedes se asentarán sobre una única plataforma llamada VAN. EA, y la gama de vehículos recreativos de tamaño mediano y grande también se electrificará.
El Bremer Transporter
El primer Mercedes-Benz Marco Polo salió al mercado en los años ochenta y como el vehículo base T1 se produjo inicialmente en Bremen, fue apodado el Bremer Transporter. Medía 2,97 metros y tenía un aspecto imponente.
Se caracterizaba por un capó rechoncho, la pintura beis Bahama y en que mezclaba este tono con el marrón, pensado para los campistas más exigentes. En 1988 recibió una actualización.
La Mercedes Vito
En 1996, la segunda generación del Marco Polo tomó como punto de partida la furgoneta Vito. La principal novedad es que se redujo su altura por debajo de los dos metros y se instaló un techo elevable. ¿El objetivo? Poder acceder, sin problemas, al garaje con ella.
Mercedes trabajó especialmente el interior para que fuera más funcional. El asiento-litera estaba montado en un sistema de rieles y se podía mover, mientras que la mesa se podía guardar en el revestimiento de la puerta corredera. Los armarios fueron equipados con persianas enrollables y colocaron un freno de estacionamiento junto a los pedales. La actualización se produjo en 1999.
Turno para la Mercedes Viano
En 2003, la tercera generación del Marco Polo eligió como base la Mercedes Viano e incrementó su nivel de funcionalidad con un techo elevable de accionamiento eléctrico, una cama de techo con resortes elásticos, un banco trasero con respaldos plegables eléctricamente y cojines de aire en los refuerzos del asiento, entre otros detalles. En 2010 recibió una nueva actualización.
La sociedad con la Mercedes Clase V
En 2015, la cuarta generación, la actual, escogió a la Mercedes Clase V como pareja de baile. Con ella, el interior se convirtió en todo un salón con muchas posibilidades de personalización, iluminación ambiental LED y suelos que imitan la cubierta de un yate.
En 2019 se puso al día incorporando más tecnología como, por ejemplo, el sistema multimedia MBUX y la unidad de control cámper MBAC, que transforma el vehículo en un hogar inteligente.
La última versión se presentó en 2023 con varias novedades. Entre ellas, destaca su nuevo diseño, mayor calidad en el interior o mejoras tecnológicas en los sistemas MBUX y MBAC.
Bonus extra: el módulo Marco Polo
El módulo Marco Polo es la llave para convertir furgonetas pequeñas y monovolúmenes, como los Mercedes Citan y Clase T, en microcámperes con un sistema que se coloca en el maletero.
Incluye una cama estándar para dos personas y una cocina opcional con fregadero y cocina de gas, que se puede complementar con una nevera. A este conjunto se pueden sumar cortinas y rejillas de ventilación con mosquiteras, bolsillos, mesa y sillas de camping, así como una batería auxiliar.
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