Durante un tiempo Mercedes-Benz tuvo en vilo a sus seguidores (y al mercado en general) por si el Mercedes Clase A sedán sería un modelo exclusivo del mercado asiático, pero finalmente se lanzará en todo el mundo. Es el último añadido a la parte baja de la gama de la firma, una que sirvió como punta de lanza para renovarla por completo.
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Esta variante traslada el concepto del compacto a una carrocería de berlina, lo que hace que sea muy familiar en términos de diseño. Lo cierto es que se adapta muy bien al nuevo formato, con un frontal bajo, una línea de cintura que recuerda al CLA y una caída del techo suave que llega hasta una zaga muy proporcionada. Aunque comparte distancia entre ejes con el cinco puertas (2.729 mm), lógicamente es un modelo más grande, con una longitud de 4.549 mm, una anchura de 1.796 mm y una altura de 1.446 mm.
Mercedes hace hincapié en que ofrece mucho espacio en el interior, sobre todo en lo que se refiere a altura en las plazas traseras, mientras que el maletero cubica 420 litros y cuenta con una boca de carga de casi un metro de ancho. Sin embargo, lo que más llama la atención de su interior es la tecnología.
Como ocurre con su hermano, emplea el nuevo sistema de infoentretenimiento MBUX de serie. Además de que se activa con solo decir ‘Hey, Mercedes’, lo que más destaca es la disposición del cuadro de instrumentos y el salpicadero, que se ofrece en tres configuraciones diferentes: dos pantallas de 7 pulgadas, una de 7 para el cuadro y otra de 10,25 para la consola central, o dos de 10,25 pulgadas.
Aunque se presentará en el Salón de París, no llegará a los concesionarios hasta finales de año y solo estará disponible en dos versiones, al menos en principio. El A 180 d será el único diésel y actuará como variante de acceso, con un motor de 116 CV y 260 Nm de par asociado a una caja de cambios 7G-DCT. Por encima estará el A 200, gasolina de 163 CV, 250 Nm y combinado con la misma transmisión.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.