Prácticamente todos los modelos con la insignia de Mercedes acaban aderezando su apellido con las siglas de AMG, y los SUV de la marca no son una excepción. Y el de corte deportivo, el GLC Coupé, no podía ser menos. Conclusión: el Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC Coupé ya está aquí.
Como todos los modelos que lucen el ‘43’, monta un motor 3.0 V6 biturbo de 367 CV de potencia y 520 Nm de par máximo. El bloque se asocia a una caja de cambios automática 9G-Tronic de nueve marchas con las transiciones acortadas y tres modos de funcionamiento (Sport, Sport Plus o Manual), y manda la fuerza a las cuatro ruedas gracias a la tracción integral AMG Performance 4MATIC con un reparto de par 31:69 entre el eje delantero y el trasero.
Para domar esa potencia y sacarle el mayor partido se ha optimizado la parte ciclo. Así, el tren de rodaje deportivo se basa en la suspensión neumática multicámara integral AIR BODY CONTROL, la suspensión adaptativa cuenta con tres ajustes (Confort, Sport y Sport Plus), la dirección de desmultiplicación variable tiene dos configuraciones (Confort y Sport) y monta frenos delanteros con discos perforados de 360 mm de diámetro y traseros de 320 mm, mordidos por pinzas de cuatro y un pistones, respectivamente.
Con todo esto acelera de 0 a 100 en 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h, mientras homologa un consumo medio combinado de 8,4 l/100 km.
Es poco probable que nadie que adquiera un GLC Coupé tenga pensado meterlo a hacer todoterreno, y menos si se trata de la presente versión, pero Mercedes afirma que es capaz de lidiar con pista rota gracias a sus 300 mm de profundidad de vadeo y a unos ángulos de entrada y salida de 19,8 y 20,8 grados respectivamente.
La marca alemana ha aplicado las soluciones estéticas habituales en estas variantes: paragolpes específicos, parrilla oscurecida, cromados, llantas de 19 pulgadas (opcionales de 21”), etc.
Los pedidos se abrirán la primera semana de octubre y las primeras unidades se entregarán en diciembre.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.