Mitsubishi Colt: etiqueta ECO por solo 800 euros más gracias al GLP

Con 100 CV de potencia, mejora a la variante de gasolina en la que se basa y ofrece las ventajas de un etiquetado más favorable.

Mitsubishi Colt

El Mitsubishi Colt estuvo desaparecido durante más de una década hasta que, en 2023, renació como un clon del Renault Clio. Esta fórmula es habitual entre ambas marcas, como ocurre también con el Mitsubishi ASX y el Renault Captur. Sin embargo, en caso del utilitario no se tomaron prestadas todas sus opciones mecánicas, dejando fuera de la ecuación la alternativa GLP, que desde ahora sí que está disponible.

Aunque hasta la fecha el Colt podía montar la mecánica híbrida autorrecargable de 145 CV, que le permitía lucir la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico, esta variante es la más cara dentro de la gama del modelo, mientras que la nueva permite acceder al la precia pegatina medioambiental por un coche mucho menor.

El Mitsubishi Colt de GLP está disponible desde 17.200 euros incluyendo los descuentos de la marca, por lo que solo es 800 euros más caro que la versión de gasolina sobre la que está desarrollado y que se conforma con la etiqueta C.

Emplea como base el motor 1.0 MPI-T turboalimentado de tres cilindros, que normalmente entrega una potencia de 90 CV y un par máximo de 160 Nm. Sin embargo, en la variante con Gas Licuado de Petróleo aumenta su rendimiento hasta los 100 CV y los 170 Nm, por lo que, aunque no se han confirmado los datos, sus prestaciones también son mejores.

La configuración se completa con una caja de cambios manual de seis velocidades, así como como con un sistema de tracción delantera.

Mitsubishi no ha desvelado el consumo del modelo, ni cuando opera con gasolina o cuando lo hace con GLP, pero desde la marca japonesa señalan que, gracias a la presencia de dos depósitos, uno para cada tipo de combustible (lo que debería reducir la capacidad del maletero, aunque tampoco se ha mencionado el dato), su autonomía total supera los 1.000 kilómetros.

En el aspecto visual no ha cambios respecto al resto de versiones, manteniendo una estética en la que claramente se ve el parecido por el Renault Clio en el que se basa, centrando todos los rasgos propios en el conjunto frontal.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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