Los últimos lanzamientos de Peugeot, concretamente la berlina 508 y los SUV, han hecho gala de un novedoso y atractivo nuevo lenguaje de diseño que, por fin, se aplica a los pequeños de la casa, unos compactos entre los que el primero va a ser el nuevo Peugeot 208.
Es precisamente su imagen uno de los puntos más llamativos, ya que se renueva por completo respecto a su predecesor y de una manera muy acertada. La parrilla es más grande, los grupos ópticos más agresivos, el capó es muy musculoso, los pasos de rueda lucen una suerte de protecciones de plásticos y las proporciones generales transmiten dinamismo.
Esto último se debe a que es más largo, bajo y ancho que el modelo saliente, además de unos 30 kilos más ligero en versiones equivalentes gracias al uso de la nueva plataforma CMP del Grupo PSA.
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En el habitáculo, además del volante de tamaño reducido (con la instrumentación digital asomando por encima), destaca el hecho de que la consola central está formada por una pantalla flotante que, según versión, será de 5, 7 o 10 pulgadas.
Su gama mecánica estará formada por tres motores de gasolina y un diésel. Los primeros serán tres variantes del 1.2 Puretech tricilíndrico, de 75, 100 y 136 CV; el de gasóleo será un Blue HDI de 100 CV.
Quizá una de las mayores sorpresas es la inclusión de una versión 100% eléctrica, el Peugeot e-208. A pesar de las compactas dimensiones del modelo, confiará en un motor de 136 CV (100 kW) de potencia combinado con una batería de 50 kWh para conseguir una autonomía de 340 kilómetros, según el ciclo de homologación del WLTP.
Esta variante tendrá varias opciones de recarga: en un enchufe convencional tarda 16 horas, en uno monofásico de 7,4 kW se reduce a 8 horas, en uno trifásico de 11 kW tarda algo más de cinco y con una toma de carga rápida de 100 kW rellena el 80% de la batería en 30 minutos.
Todavía se desconocen los precios del nuevo Peugeot 208, pero sí se sabe que llegará al mercado en otoño de este mismo año.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.