La cuarta generación del Skoda Fabia se encuentra a la vuelta de la esquina y el fabricante ha dado los primeros datos de su utilitario, que promete una mejora en todas sus facetas. Además, Skoda ha compartido las primeras imágenes del modelo, todavía camuflado.
Es difícil apreciar los detalles, pero se intuyen una parrilla algo más musculosa y unos grupos ópticos delanteros más estilizados. Los faros traseros reducen de manera considerable su tamaño, y en la vista lateral se aprecia una línea del techo más suave, con una caída más prolongada que da la sensación de alargar la zaga.
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Las nuevas proporciones del Skoda Fabia, junto con el trabajo realizado en el apartado aerodinámico, han conseguido que baje su coeficiente de arrastre de 0,32 a 0,28, dato que, según Skoda, le sirve para ser el mejor de su segmento.
El utilitario será el primer modelo de la gama en estrenar la plataforma MQB-A0. Gracias a ella mantiene un peso similar al de la generación anterior, pese a que crece en todas sus cotas, excepto la altura: mide 4,1 metros de largo, 1,78 metros de ancho, 1,46 metros de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,56 metros.
Esto redunda en un beneficio para la habitabilidad interior del Skoda Fabia, ofreciendo más espacio para los ocupantes y también una mayor capacidad de maletero, que pasa de los 330 litros de la tercera generación a los 380 litros en esta, mejora que también se aprecia al abatir las plazas traseras: de 1.150 a 1.190 litros.
Del habitáculo no se han desvelado imágenes todavía, pero la marca checa ha ofrecido algunos detalles: el panel de instrumentos simétrico tiene pantalla central independiente y el modelo montará por primera vez el cuadro de mandos digital Virtual Cockpit.
También se ha concretado la gama mecánica del modelo. Como ya ocurrió en la generación previa tras su última actualización, deja de lado por completo las opciones diésel, centrándose única y exclusivamente en bloques de gasolina. El Skoda Fabia estará disponible con cinco propulsores, dos versiones del 1.0 MPI con 65 y 80 CV, dos del 1.0 TSI con 95 y 110 CV y el 1.5 TSI de 150 CV. Los tres primeros se asociarán a una transmisión manual de cinco marchas; el de 110 CV puede combinarse con un cambio manual de seis relaciones o con uno automático de siete, y el superior exclusivamente con el automático.
La firma señala que “la mayor parte [de la gama mecánica] ofrece un consumo combinado de carburante de aproximadamente cinco litros por cada 100 km en ciclo WLTP”, lo que, sumado a la posibilidad de elegir un depósito de combustible opcional de 50 litros de capacidad, permite una autonomía de hasta 950 kilómetros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.