El Opel Mokka abrió la senda: su nueva generación eliminó la ‘X’ de su nombre –hasta ahora presente en todos los SUV de la firma– y estrenó el Vizor, como llama Opel al llamativo conjunto frontal que une la parrilla y los grupos ópticos. Era cuestión de tiempo que otros miembros de la familia siguieran su camino, y el primero en hacerlo ha sido el Opel Crossland.
El todocamino medio de la gama (por encima todavía está el Grandland) se caracteriza por su formato menos tradicional, que combina elementos característicos de los SUV con otros propios de los monovolúmenes, y ahora recibe un importante lavado de cara.
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En el frontal incorpora el mencionado Vizor, que forma una parrilla negra enmarcada por sendos listones cromados en la parte superior e inferior, ensanchada hasta unirse a los faros. El paragolpes ahora es más robusto, con un refuerzo de aluminio rodeando la entrada de aire inferior y una protección de plástico inferior más voluminosa. Esta se extiende por los pasos de rueda, que pueden alojar llantas de 16 o 17 pulgadas, y hasta la zaga, donde de nuevo alcanza un gran volumen. En la parte superior, un marco cromado surca por encima las ventanillas y los pilotos traseros son bastante redondeados.
A nivel estético destaca la incorporación del acabado GS Line, que aporta un plus de deportividad con elementos como las llantas de 17 pulgadas en negro, el techo en el mismo color y los faros LED adaptativos.
El interior, por su parte, no varía apenas y sigue ofreciendo un espacioso maletero de hasta 520 litros (1.255 si se abate la fila de asientos traseras), asientos ergonómicos y la posibilidad de instalar un sistema multimedia con pantalla de ocho pulgadas.
Entre los asistentes de conducción más destacados se encuentran el Head Up Display, la alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia y detección de peatones, la alerta de cambio de carril, el aviso de ángulo muerto, la cámara trasera panorámica, el asistente de aparcamiento automático y el control de crucero con limitador de velocidad.
Su oferta de motores está formada por un diésel 1.5 de 120 CV, que con transmisión manual entrega 250 Nm de par y con la automática sube hasta los 300, y por un gasolina 1.2 Turbo en versiones de 110 y 130 CV. De forma opcional, el segundo permite seleccionar una caja de cambios automática.
Se abrirán los pedidos del nuevo Opel Crossland a finales de año y las primeras unidades se entregarán durante la primera mitad de 2021.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.