Imagina tomar todo lo bueno de la tecnología de competición y llevarlo después a un modelo de calle. Bueno, no lo imagines porque eso es exactamente lo que es el Dodge Viper ACR 2016: una bestia de circuito homologada para circular por carretera.
Por si un Viper “normal” fuera poco, esta variante radicaliza a la víbora en todos sus aspectos. Su carrocería se ve todavía más estilizada gracias al pack “Extreme Aero”, un kit aerodinámico que está formado por un splitter delantero, un capó específico, difusor trasero de fibra de carbono configurable y un alerón de 1.876 mm de anchura.
La carrocería está rebajada, las suspensiones tipo coil-over las firma Bilstein y son regulables en 76 mm, monta neumáticos Kumho Ecsta V720 de tamaño 295/25/19 delante y 355/30/19 detrás, calza llantas ligeras de 19 pulgadas y tras ellas se encuentran unos frenos carbocerámicos Brembo con discos de 390 mm en las ruedas delanteras y de 360 mm en las traseras, con pinzas de seis y cuatro pistones respectivamente. Todo está pensado para que el Viper ACR aguante una fuerza de hasta 1.5 G en curva y un ‘downforce’ de 454 kg cuando alcanza su velocidad máxima (285 km/h).
Bajo el capó monta un motor 8.4 V10 atmosférico que desarrolla 645 CV de potencia y un par máximo de 813 Nm, asociado a una caja de cambios manual Tremec TR6060 de seis velocidades que manda toda la fuerza al eje trasero. Como guinda, tiene un reparto de pesos perfecto al 50/50 entre ambos ejes.
Lo bueno de que sea homologado para la calle, amén de poder disfrutarlo día a día si quieres, es que no es espartano como un coche de competición. El habitáculo tiene buenos materiales, la tapicería combina cuero y Alcantara, las costuras de contraste pueden ser en varios colores, hay apliques de carbono, sistema de audio, aire acondicionado y hasta una pantalla en la consola central.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.