Del entorno rural al doméstico. Los pick-up o camionetas con caja de carga separada llevan tiempo refinando su imagen, calidad y confort para acercarse a las características de los todoterrenos modernos o SUV. Y el cambio de mentalidad empieza a reflejarse en las ventas: han aumentado un 22,6% en España en el último año, pasando de 5.097 unidades en 2015 a 6.247 en 2016, según Aniacam, la asociación nacional de importadores.
Ya se matriculan más pick-up que modelos eléctricos, deportivos y berlinas de lujo. Nacieron como vehículos de trabajo, pero sus nuevos atributos han dulcificado su apariencia y manejo y los conductores empiezan a valorarlas como una alternativa económica a los todoterrenos de moda.
Sus precios, inferiores a los de los SUV, son uno de sus atractivos y ayudan a compensar sus puntos flacos. Y es que, a pesar de que la mayoría tienen tamaños desmesurados (de 5,1 a 5,4 metros de longitud), suelen rondar los 30.000 euros.
Además, equipan tracción 4x 4 y reductora y son muy capaces fuera del asfalto, y pueden transportar bultos de gran tamaño, como una moto o una nevera, que difícilmente entrarían en un todoterreno. Sus dimensiones, eso sí, complican el aparcamiento y su homologación como camión restringe la velocidad máxima a 90 km/h, aunque se espera que el Gobierno introduzca una nueva homologación, específica para pick-up, que permita circular a mayor ritmo.
Para una utilización como vehículo familiar, conviene elegir las versiones de cabina doble, que incluyen cuatro puertas y cinco plazas y ofrecen interiores amplios. Y resulta también recomendable cerrar la caja de carga con alguna cobertura –del catálogo de los propios fabricantes– para no dejar los equipajes a la vista.
La oferta comercial también está creciendo. Si en 2016 se han presentado los Toyota Hilux y Nissan Navara, y las versiones actualizadas de los Ford Ranger y Mitsubishi L200, el año que viene será el turno de los Mercedes Clase X y Renault Alaskan, que son los primeros pick-up que lanzan ambas marcas y deberían salir en noviembre.
Los dos se basan en el Nissan Navara y, como este, se fabricarán en Barcelona, contribuyendo así al sostenimiento del tejido industrial español. Los tres, además, son de los pocos modelos que ofrecen una suspensión trasera con muelles, en vez de ballestas, una solución que refuerza el confort de marcha.
A escala global, los mercados principales son EE UU (donde los pick-up suponen más del 30% de las ventas), Australia (14%) y Argentina (11%), mientras que en Europa, lideran Portugal y Reino Unido (aunque con poco más del 1%). En España, los modelos más demandados en 2016 han sido los Toyota Hilux, Ford Ranger, Nissan Navara y Mitsubishi L200.
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