El horizonte del coche autónomo en nuestras carreteras se presenta cada días más cercano y su uso planteará una serie de incertidumbres que iremos resolviendo con su implantación. Una de ellas es el papel que jugarán el conductor y los demás ocupantes del vehículo en esta revolucionaria fórmula de movilidad, incluyendo la mayor disponibilidad de tiempo para aquellos que ya no tendrán que dedicarse al control del automóvil o la atención al tráfico.
¿Qué haremos en nuestros desplazamientos cuando ya no tengamos que conducir porque el coche lo hará solo? Es una pregunta que ha querido responder la Escuela de Londres de Economía y Ciencias Políticas a través de un estudio realizado en colaboración con Goodyear, uno de los grandes fabricantes de neumáticos del mundo. La investigación se ha llevado a cabo en 11 países europeos, incluyendo España, a través de una encuesta digital entre 12.000 automovilistas.
Los conductores españoles, bastante alineados con el resto de los europeos, tiene claro que utilizaría este tiempo en hablar con el resto de los pasajeros del vehículo: lo haría un 54% de los entrevistados, frente al 37% que preferiría navegar por Internet. Otras actividades destacables por los automovilistas nacionales son enviar mensajes o hablar por el móvil (36%), leer un libro (27%), responder el correo electrónico (25%) y dormir o ver una película (18%).
El estudio también analiza las expectativas que los conductores tienen sobre los coches autónomos, siendo para los españoles la protección del medio ambiente la principal exigencia (68%), seguida por la capacidad de comunicarse con otros vehículos en la carretera (52%) y que sean movidos por electricidad (48%). Además, casi uno de cada tres españoles (31%) asegura que se sentiría cómodo desplazándose en uno de estos automóviles, siendo los segundos europeos tras los serbios más predispuestos a hacerlo.
Un porcentaje elevado que puede justificarse conociendo que el 48% de los encuestados considera que la mayoría de los accidentes de tráfico se deben a un fallo humano. También es relevante que solo un 14% de ellos siente la necesidad de controlar él mismo el vehículo.
Sin embargo, el 75% defiende que los coches autónomos deberían disponer de todos los sistemas necesarios para garantizar plenamente la seguridad de sus ocupantes y de los peatones. En este sentido, una inmensa mayoría (82%) considera imprescindible la existencia de un volante que permita tomar el control en caso de emergencia.
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