Jennifer López y Ben Affleck vuelven a ser noticia. Los rumores que circulaban en torno a su relación se han hecho realidad: según TMZ, la cantante ha pedido, oficialmente, el divorcio en los tribunales de Los Ángeles. ¿Quién será, ahora, el chófer de la artista?
La separación se habría producido el 26 de abril, pero Jennifer López ha dado el paso definitivo cuatro meses después: justo cuando se cumplen dos años de su boda en Las Vegas y en Georgia. Y lo cierto es que, durante este tiempo, ‘Bennifer’ han dejado algunas estampas virales… en las que había coches de por medio.
Más información
Una de las imágenes que más comentarios generó fue el famoso portazo de Ben Affleck. Los reporteros gráficos interceptaron a la pareja mientras se dirigían al coche, él le abrió la puerta a ella y al cerrarla, lo hizo de una manera un tanto brusca.
El gesto fue interpretado por algunos como caballeroso y por muchos como una señal de enfado por la fuerza aplicada para cerrar la puerta del copiloto. Lo cierto es que el del acompañante es el asiento preferido por Jennifer López: ¿por qué?
25 años sin conducir
La artista tiene un envidiable garaje personal, pero rara vez la han visto conduciendo uno de sus vehículos. Lógico: Jennifer Lopez ha estado 25 años sin ponerse al volante a pesar de tener el carnet.
La razón es sencilla: prefiere desplazarse con un chófer particular o de copiloto cuando viaja con sus parejas. Desde que retomó su ahora rota relación con Ben Affleck, ha sido habitual ver a Jennifer López ocupando el asiento del acompañante. Una estampa que se ha repetido en sus otras relaciones.
Porsche 911 Carrera GTS, el coche que sí condujo
De todos los coches que tiene, sólo ha habido uno con el que se ha animado a volver a conducir: el Porsche 911 Carrera GTS, que su expareja Álex Rodríguez le regaló cuando cumplió 50 años. El deportivo alemán, que está expresamente personalizado para ella con sus iniciales, JLo, entrega 450 CV y su precio superaba los 160.000 euros.
Jennifer López siente especial predilección por una de las marcas británicas más lujosas y artesanales: Rolls-Royce. En su garaje hay tres unidades: un Ghost (impulsado por un V12 de 6.6 litros que ofrece 570 CV y cuyo precio está por encima de los 300.000 euros) y un Phantom Series II Drophead (equipado, también con un V12, pero de 6.75 litros y con doble compresor, que entrega 571 CV).
A ellos se une un Bentley Continental GTC. Este descapotable cuenta con un W12 de seis litros doblemente turboalimentado: su potencia es de 552 CV y su precio va más allá de los 250.000 euros.
No falta tampoco un modelo tan norteamericano como el Cadillac Escalade (420 CV y más de 110.000 euros) y un Aston Martin DB7. El deportivo británico se mueve gracias a un motor de seis cilindros en línea sobrealimentados, que desarrollan una potencia de 420 CV. Dejó de fabricarse en 2003 y en el mercado de segunda mano hay unidades por 150.000 euros.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.