Los peatones se exponen a un mayor riesgo de atropello cuando a su alrededor circulan coches híbridos o eléctricos. Lo constata un estudio de la London School of Hygiene and Tropical Medicine (Londres), que llega a una conclusión difícil de refutar: como no se oyen, se ven peor, entre otros problemas.
Tras el análisis de unos 51.500 millones de kilómetros recorridos por modelos sin emisiones o electrificados, más otros 4,8 billones realizados por coches de gasolina y diésel, la conclusión es que los conductores de coches eléctricos tienen el doble de probabilidades de arrollar a una persona por milla recorrida (1,6 kilómetros) en comparación con los turismos de combustión. El riesgo en zonas urbanas se multiplica por tres.
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Un informe de 2017 del Departamento de Transporte de Estados Unidos ya adelantó datos similares: el riesgo de atropello de los turismos sin emisiones supera en un 20% el de los de combustión, cifra que crece hasta el 50% en las maniobras a baja velocidad.
El peligroso silencio de los coches eléctricos
Este nuevo estudio, del que se hace eco The Guardian, analiza varios factores y deduce que el más relevante es que los modelos eléctricos son mucho más silenciosos a bajas velocidades que los de gasolina o diésel; la falta de ruido rebaja la protección inconsciente de los peatones. Además, los coches eléctricos aceleran con mayor rapidez y, por su elevado peso, las distancias de frenado son algo superiores.
Phil Edwards, profesor de epidemiología y estadística y autor principal de la investigación, hace hincapié en la necesidad de que los conductores de vehículos eléctricos sean especialmente cuidadosos. Su informe se basa en datos de circulación y siniestros de tráfico en el Reino Unido entre 2013 y 2017, en los que se registraron 916.713 víctimas, de las cuales 120.197 eran peatones.
Por su mayor presencia en el parque automovilístico, los coches de gasóleo y de gasolina estaban implicados en tres de cada cuatro atropellos, pero los números relativos aportan otra visión. Los coches eléctricos e híbridos se anotan una tasa media de 5,16 atropellos al año por cada 100 millones de millas recorridas (160 millones de kilómetros), frente a un promedio de 2,4 para los vehículos de combustibles fósiles.
Este problema está identificado desde hace años y, de hecho, el estudio se basa en datos anteriores a una decisión relevante de la Comisión Europea aprobada en 2017. Desde julio de 2021, todos los vehículos híbridos y eléctricos nuevos vendidos en el territorio de la Unión Europea deben tener un sistema acústico de alerta cuando circulan a bajas velocidades.
El dispositivo debe generar un sonido desde el arranque del coche hasta la velocidad de aproximadamente 20 km/h y durante la marcha atrás. Esta alerta acústica debe emitir un sonido similar al de un silbido, con un volumen entre 56 y 75 decibelios.
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