Que es una locura lo tenemos claro. Que no se debe hacer, también. Pero según sus protagonistas todo estaba debidamente medido y calculado. Si el salto de Tony Hawk con su skate sobre un Mini impresionaba, este, prácticamente en estático y sobre un Audi R8 que circula a 153 km/h (supuestamente), todavía más.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram