Otro Caterham Seven más y, si somos honestos, por nosotros que sigan llegando. Por concepto e historia, es un modelo que debería perdurar por los tiempos de los tiempos, y el hecho de que la marca produzca distintas versiones sirve para acercarlo a un público más amplio.
Vale, admitimos que por muy amplio que sea, ese público es el que tiene bastante dinero. Pero no seamos envidiosos y disfrutemos si tenemos la ocasión de cruzarnos con alguno.
El último integrante de la familia es el Seven 620S, la versión “civilizada” y optimizada para un uso día a día del más radical 620R, pensado para circuito y que vio la luz hace casi tres años.
Con esta idea clara, la marca ha querido ofrecer más comodidades a sus clientes sin que tengan que renunciar a la parte más divertida del biplaza. Por ello mantiene elementos como el chasis S3 (y el S2, más largo y ancho como opción) y el motor 2.0 Ford Duratec de 314 CV y 219 Nm.
La novedad es la inclusión del pack ‘S’, que está incluye elementos indispensables para hacer un uso cotidiano del Seven. Sigue sin haber techo, pero instala un parabrisas y ventanillas laterales; calza llantas de 15 pulgadas, las suspensiones son algo más blandas y en el habitáculo el volante y los asientos (de carbono) están tapizados en cuero, y estos últimos además son calefactables de manera opcional.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.