Otra novedad que se desvela antes del Salón de Ginebra 2018, al menos sus primeros datos: el Skoda Fabia recibirá una puesta al día de mitad de generación que, si bien no trae grandes cambios estéticos consigo, sí mejora la calidad del modelo y modifica su gama mecánica.
Y es que Skoda ha decidido eliminar todas las opciones diésel de la oferta del compacto, dejando solo cuatro motores de gasolina entre los que elegir. Los menos potentes son los 1.0 MPI tricilíndricos de 60 y 75 CV, y por encima están los TSI, también de tres cilindros y un litro, que desarrollan 95 y 110 CV. Todos se asocian a cajas de cambio manuales, pero el de 110 CV dispone como opción de una transmisión DSG de siete relaciones.
En lo referente a su imagen, además de pequeños cambios en la parrilla y los paragolpes, el añadido más importante es la incorporación de tecnología LED en los grupos ópticos, tanto delanteros como traseros. Como último toque, se amplían los diseños disponibles de llantas, incluidas unas de 18 pulgadas para la carrocería de cinco puertas.
En el interior son pequeños detalles los que marcan la diferencia. La consola central puede estar formada por una pantalla de 6,5 pulgadas que da soporte al sistema de infoentretenimiento Swing, compatible con smartphones y que puede instalar un sistema de navegación con información del tráfico en tiempo real. La dotación tecnológica se completa con la alerta de tráfico posterior, el sistema de detección y aviso de ángulo muerto y el asistente de luces.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.