Entre todos los sistemas que hay para controlar las infracciones en carretera, están los vehículos que ruedan entre los propios infractores. Por ejemplo, en España, la Dirección General de Tráfico utiliza furgonetas camufladas.
A esta lista se suma ahora un vehículo que nunca se había utilizado para controlar los gestos contra la seguridad vial. Se trata de la cabeza tractora de un camión y es la policía irlandesa, conocida como Garda, la que ha empezado a usarlo.
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Esta iniciativa se enmarca en la operación Iompar, que empezó el pasado mes de agosto. Desde entonces, un camión se dedica a recorrer las carreteras de Irlanda para controlar el tráfico. El objetivo es identificar conductores distraídos o con conductas inapropiadas al volante.
El nuevo camión de la policía de Irlanda
¿Por qué se ha elegido un camión? Por la posición más elevada de conducción. Gracias a la altura al suelo del asiento de la cabina, los agentes que viajan en su interior son capaces de ver más fácilmente qué hacen los conductores. La lógica es la misma que la de las furgonetas de la DGT, pero llevada un paso más allá.
Por ejemplo, los agentes de la Garda son capaces de ver si un conductor está mirando el teléfono con disimulo llevándolo apoyado en la pierna. De ir en un coche de patrulla corriente, no serían capaces de verlo debido a su posición de observación.
Hace solo un mes que este camión de la policía recorre las carreteras de Irlanda y ya ha detectado más de un centenar de infracciones de tráfico. En apenas cinco días, se habían emitido casi 35 multas. Habitualmente, va acompañado de otro coche de policía, de paisano u oficial. Cuando el agente que va en el camión ve alguna irregularidad, la comunica a sus compañeros, quienes se encargan de dar el alto al infractor.
Este proyecto piloto está dando sus frutos, así que no tardará en extenderse al resto del país. La idea es adquirir en en un futuro al menos dos camiones más que ayuden a la policía de tráfico a controlar las carreteras de Irlanda.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.