Los Mossos d’Esquadra han denunciado a una mujer en Tortosa (Tarragona) que utilizaba un sistema con cámara oculta para “hacer trampas en el examen teórico del permiso de conducir”. Esta acción le supondrá una multa de 500 euros y no podrá volver a presentarse al examen en los próximos seis meses.
La ley de tráfico considera una infracción muy grave “utilizar dispositivos de intercomunicación no autorizados reglamentariamente” en el examen, atajo que algunos aspirantes a conductor utilizan con cierta frecuencia.
De hecho, la recurrencia de los intentos de engaño llevó a la Dirección General de Tráfico (DGT) a castigarlos con más dureza, y este tipo de fraude se considera infracción muy grave de la ley de tráfico desde marzo de 2022, cuando entró en vigor la última reforma de esta normativa.
El elevado importe de la multa y la espera de seis meses para volver a presentarse se consideraron dos barreras suficientes para disuadir a los tramposos, pero se han conocido nuevos casos desde entonces.
Uno de los más sonados se registró en Ciudad Real en marzo de 2023, cuando la Guardia Civil detectó a varios aspirantes utilizando un kit de espionaje en la prueba teórica para la obtención del permiso. Dadas las sospechas previas, los agentes establecieron un operativo de vigilancia y descubrieron a varias personas con un “dispositivo de intercomunicación no autorizado” conectado con el exterior del aula de exámenes.
Otro aspirante intentó hacer trampas en Pontevedra, donde fue detectado con una sudadera preparada para recibir instrucciones desde el exterior durante la prueba teórica. Llevaba un smartphone en la sudadera y en su oído, un auricular.
Fuera había otras dos personas que estaban conectadas por bluetooth con el aspirante un hombre de 43 años que había presentado a las pruebas teóricas para obtener el permiso de conducción de la clase B.
Las mascarillas negras de Badajoz
Durante la pandemia, muchas personas quisieron aprovechar los cubrebocas para ocultar sus trampas, a tal punto que la jefatura de Tráfico de Badajoz pidió a los alumnos que no utilizaran “mascarillas oscuras en el examen teórico”.
No se trataba de una orden de cumplimiento obligatorio, sino de una prevención: “En otras provincias, la Guardia Civil ya ha detectado el uso de cámaras ocultas en mascarillas de ese color, y para evitar fraudes en el teórico, se ha solicitado que las mascarillas que se usen no sean negras”.
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