Cuando sobra el dinero pasan cosas como esta. Te gastas una pasta en comprarte un Ferrari 458 Spider y estás contento. Un par de meses después hay algo que no te encaja y te das cuenta de que es porque tu Ferrari es demasiado normal, así que lo ves claro: tiene que ser dorado. Y como pintar un coche está pasado de moda te decantas por un vinilo de oro para toda la carrocería. ¿Da el ser rico buen gusto, o este 458 spider es una horterada? Déjanos tu opinión en los comentarios.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram