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Con el paso del tiempo, los iconos adquieren tal aire de misticismo que pensar en cambiarlos parece una tarea imposible. Tocar algo que se ha ganado su reputación a pulso impone respeto, pero en ocasiones se puede partir de un símbolo y hacerlo superar su estatus original.
El Defender era una institución entre los todoterrenos, un modelo que podía con todo. Y su nueva versión ha tomado todo lo bueno que tenía y ha elevado su versatilidad en otros ámbitos hasta un nivel superior.
El todoterreno imparable de siempre
Si algo ha caracterizado al Defender tradicionalmente es la garantía de salir del asfalto y poder superar prácticamente cualquier situación que se encuentre. Esa naturaleza sigue presente en el nuevo modelo.
De serie cuenta con un sistema de tracción integral permanente, así como con diferencial central bloqueable, a lo que adicionalmente se puede sumar un bloqueo de diferencial trasero. La transmisión con reductora le permite lidiar con las secciones más difíciles y la suspensión neumática puede aumentar la distancia libre al suelo hasta los 291 milímetros.
El resultado son unas notorias capacidades todoterreno, como una altura de vadeo de hasta 90 centímetros, un dato sobresaliente, o la posibilidad de superar pendientes con una inclinación de hasta 45 grados.
El pasado y el presente se unen en este Defender al utilizar las tecnologías más modernas para potenciar sus habilidades fuera de la carretera. El sistema Terrain Response ajusta parámetros como el sistema de tracción, la respuesta del motor o la de la suspensión para adaptarse a distintos escenarios de conducción; el All Terrain Progress Control mantiene estable la velocidad hasta a 30 km/h mientras se superan obstáculos complicados y el Clear Sight Ground View utiliza las cámaras para mostrar al conductor lo que hay por debajo del capó.
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La tecnología no solo se aprecia en su faceta de todoterreno, también ha adaptado a los nuevos tiempos al Defender, llevándolo a niveles superiores de sofisticación.
La capacidad 4×4 no tiene que ser sinónimo de un interior espartano, motivo por el que el Defender presenta acabados de calidad, un diseño elegante y una acertada combinación de controles analógicos y elementos digitales.
El sistema multimedia Pivi Pro permite controlar el volumen, la climatización y el ajuste de los asientos desde la pantalla táctil central; el cuadro de instrumentos digital es de 12,3 pulgadas y el Head-Up Display ofrece la información imprescindible sin apartar la mirada de la carretera.
El retrovisor interior ClearSight muestra en directo la señal de video que capta la cámara trasera, el sistema de sonido Meridian Surround de 700 W cuenta con 14 altavoces y un subwoofer de dos canales, y el completo sistema de asistencias al conductor incluye desde el control de crucero a la frenada de emergencia, pasando por el mantenimiento de carril o las ayudas al aparcamiento.
Igual de capaz pero más eficiente
La evolución tecnológica también se traduce en una gama mecánica actualizada a los tiempos actuales y que cuenta en su mayoría con versiones electrificadas.
El único diésel disponible, el D250, recurre a la microhibridación para disfrutar de la etiqueta ECO de la DGT. La misma tecnología emplea el gasolina P400, aunque las versiones V8 de 500 y 525 CV (P500 y P525) son de combustión tradicional. Además, el P400e es una versión híbrida enchufable, con la etiqueta Cero, una autonomía eléctrica de 43 kilómetros, un consumo de solo 3,3 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 75 g/km.
El Defender es sinónimo de versatilidad, siendo capaz de superar los obstáculos más difíciles y también de ofrecer la conducción más cómoda sobre el asfalto. Esa polivalencia se refuerza con los cuatro paquetes de equipamiento que agudizan cada una de sus distintas facetas.
El Urban Pack realza su carácter urbano con detalles exteriores y pedales de acabado brillante. El Country Pack cuenta con faldillas antibarro y un sistema de lavado portátil para que las manchas no sean un problema en los paseos por el campo. El Adventure Pack va un paso más allá y añade el portaequipos exterior instalado en el lateral. Por último, el Explorer Pack es el que más preparado deja al Defender, sumando una toma de aire elevada para facilitar los vadeos y una baca en el techo para cargar más enseres.
Por si fuera poco, está disponible con tres carrocerías diferentes, aptas para gustos y necesidades de lo más variadas: la corta de tres puertas, denominada 90; la convencional de cinco, que recibe el nombre de 110; y la larga con capacidad para hasta ocho personas, la 130.
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