Es difícil “meter mano” a modelos orientados a circuito para sacarles todavía más rendimiento. Por norma general, dado su uso, ya vienen de serie bastante “apretados”, pero siempre hay quien nos enseña que se puede ir aún más allá.
Wimmer, conocido preparador e importador y distribuidor de KTM en Alemania, ha aprovechado su situación para trastear con el X-Bow.
Hablamos de una máquina biplaza, que podríamos definir como la versión hipervitaminada de un kart, que de serie tiene un peso en vacío de 790 kg, un chasis tubular y un motor 2.0 turbo de 281 CV y 400 Nm de par.
Pues Wimmer le ha instalado un nuevo sistema de escape de acero inoxidable y le ha reprogramado la ECU para llevarlo hasta los 375 CV y 500 Nm de par máximo. El resultado es una aceleración 0-100 en 3,3 segundos y un 0-200 en 11,2 segundos.
Además, el preparador ha instalado llantas forjadas Taneisya y ha sustituido bastantes piezas de la carrocería por otras de fibra de carbono: “difusor”, splitter, conductos de ventilación, alerón… Todo ello debería servir para reducir un poco más el peso, pero Wimmer no ha dado datos al respecto.
No es la primera vez que el taller echa el guante a un X-Bow, hace un año creó su particular ‘Infernal Trio Armada’.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.