Los coches eléctricos no se libran de tener desventajas, como cualquier otro tipo de vehículo. Eso sí, a este tipo de automóviles les ha salido un nuevo ‘enemigo’ que pone en peligro la cartera de sus propietarios.
Ha sido en Alemania donde han lanzado la primera alarma, aunque este problema se puede sufrir en diferentes países. Según la Asociación Alemana de Seguros, cada año se registran entre 200.000 y 220.000 daños causados por este enemigo silencioso de los coches eléctricos.
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Se trata de las martas, unos pequeños mamíferos que se dejan ver casi por toda Europa. Aunque parecen inofensivos y adorables, son carnívoros, por lo que tienen una dentura apta para masticar carne… O los cables de los coches eléctricos.
Y es que los datos de las aseguradoras alemanas cifran los daños en coches eléctricos provocados por las martas en unos 90 millones de euros anuales. Y es que las martas consiguen roer los cables de los coches eléctricos, provocando averías con reparaciones muy costosas.
Markus Schulligen, mecánico, ha hablado con los medios alemanes para explicarles por qué las martas son un grave problema para los coches eléctricos. Y es que estos animales muerden los cables principales de los vehículos, provocando daños muy difíciles de reparar.
Miles de euros de reparación
Y es que los coches eléctricos tienen una tecnología de alto voltaje que no debería tener que repararse en absoluto, según este mecánico. El resultado de los daños provocados por las martas es tener que sustituir todo el cableado, desde la toma de carga hasta el motor, pasando por la batería. Da igual el área que hayan mordisqueado estos animales.
Solo el coste de los cables puede estar cerca de los 2.500 euros, a los que habría que sumar al menos otros mil para comprobar y diagnosticar que la instalación eléctrica está en condiciones después de repararla.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.