Las imágenes de multitud de coches eléctricos tirados en las estaciones de carga de Chicago (Estados Unidos) dieron la vuelta al mundo hace unos días. Sin embargo, hay otros puntos del planeta, como Noruega, donde las temperaturas son igual de bajas y no existe este problema: ¿por qué?
Como suele ser habitual a principios de año, una ola de frío asoló el Medio Oeste de Estados Unidos. Tanto es así que, debido a una ráfaga ártica, los termómetros de Illinois registraron temperaturas por debajo los cero grados y sensaciones térmicas de hasta -20 ºC.
Ese escenario supuso todo un reto para los coches eléctricos, sobre todo para los de Tesla. Las estaciones de Supercargadores, sobre todo las de Chicago, se convirtieron en un auténtico ‘cementerio’ de este tipo de vehículos.
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Según los expertos, son dos las razones que explican por qué los coches eléctricos se amontonaron en torno a los puntos de carga: la infraestructura de carga deja mucho que desear y a muchos conductores todavía les falta educación sobre estos modelos.
Y es que, a diferencia de los coches de combustión, la mayoría de los vehículos eléctricos necesitan que sus baterías estén preacondicionadas antes de aceptar una carga rápida. Especialmente en climas extremadamente fríos.
El caso de Noruega
¿Por qué no ocurre lo mismo en Noruega? El país europeo es uno de los más fríos del mundo y presume de una de las mejores tasas de adopción en lo que a coches eléctricos se refiere. Sin embargo, rara vez se reproducen las imágenes vistas en Chicago.
Un artículo publicado por The New York Times responde a esa pregunta con cuatro razones. En primer lugar, los conductores noruegos que son propietarios de un coche eléctrico están acostumbrados a preacondicionar sus vehículos antes de salir a conducir cuando los termómetros señalan temperaturas bajo cero.
Por otro lado, según la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos, la infraestructura de recarga también ha mejorado mucho en los últimos años. Motivo por el que las esperas en las estaciones son más breves.
A esto hay que añadir que, en Noruega, la mayoría de la gente vive en casas unifamiliares y no en bloques de apartamentos. Y casi el 90% de los propietarios de vehículos eléctricos tienen cargadores propios en sus hogares.
Un estudio reciente de S&P Global Mobility reveló que de los conductores estadounidenses que tienen un coche de este tipo, sólo el 51% cuenta con un cargador instalado en su casa. De ellos, únicamente el 42% lleva a cabo la recarga de esta manera.
La última razón radica en el tipo de viajes que realizan unos y otros. En Estados Unidos es habitual que el trayecto hasta el trabajo dure más de una hora, mientras que en Noruega no suele superar los 30 minutos. Algo que ayuda a pasar menos por una estación de carga.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.