Aunque todavía no se ha presentado el modelo definitivo de producción de la Cybertruck de Tesla, este continúa provocando ríos de tinta. Y es que el ‘pick-up’ cero emisiones de la compañía estadounidense, que se presentó en sociedad en noviembre de 2019, le ha perseguido la polémica desde entonces. En aquel momento, ya se anunció una autonomía de 800 kilómetros y un precio de partida de 39.900 dólares (39.900 euros al cambio actual).
Pero los problemas se han ido acumulando desde que fue mostrado al mundo. Inicialmente, la marca tenía prevista su llegada al mercado durante 2021, pero la fecha ha ido retrasándose de forma indefinida. El consejero delegado de Tesla, Elon Musk, ha anunciado hace escasos días, en una reunión con inversores, que la compañía espera comenzar a entregar las primeras unidades a mediados de 2023.
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Lo que no aclaró fue el motivo de tan continuados retrasos, aunque se sabe que la compañía ha tenido problemas con la producción estos últimos meses que han afectado a todos los modelos la firma: S, X, 3 e Y. El cierre de la factoría en China, unido a las consecuencias que ha dejado la pandemia de la COVID 19, ha caído como un jarro de agua fría en los resultados anuales de la marca. Aun así, el Cybertruck de Tesla acumula ya más de 1,2 millones de dólares en reservas de clientes.
Excepcional coeficiente aerodinámico
A pesar de todo, este ‘pick-up’ eléctrico sigue ofreciendo datos muy interesantes. Lo más reciente ha sido el cálculo de su coeficiente aerodinámico. Las simulaciones del rendimiento aerodinámico del Tesla Cybertruck han sorprendido por su eficiencia, y es que en el momento de su presentación causó mucha controversia por unas formas nada usuales.
En su mayoría, los típicos diseños en los que se basan estos vehículos no son nada eficientes, ya que ofrecen unos coeficientes aerodinámicos (Cx) de 0,55 o incluso de 0,65. Pero el Cybertruck se ha descolgado con un gran resultado de 0,39. Muy lejos de lo que en un principio podía parecer con sus formas geométricas regulares y muy afiladas.
El ingeniero CFD Aleix Lázaro Prat, que trabaja para Sistemas Numéricos, recurrió a una tecnología de simulación aerodinámica para realizar el estudio que ha sido publicado a través de LinkedIn. Los resultados han llamado la atención, ya que entre otras cosas, ha destacado el buen rendimiento del borde afilado del techo en su encuentro con el parabrisas, porque a penas produce remolinos, a pesar de que fue una de los puntos más criticados del modelo.
Un gran margen de mejora
Los resultados muestran las turbulencias creadas por los diferentes volúmenes, ya sea el borde delantero, los protectores de los pasos de rueda y la geometría del pilar A y C. Esos remolinos que perjudican la eficiencia, se generan por los bordes geométricos que aumentan la resistencia al aire del vehículo.
El estudio también demuestra un buen margen de mejora para conseguir bajar más la resistencia antes de que el modelo llegue a la calle. El propio Elon Musk, ha declarado, después de conocer el estudio, que dicho coeficiente puede ser ajustado todavía más hasta alcanzar un Cx del 0,30. Un resultado espectacular para este tipo de vehículos.
De todas formas, hay que tener en cuenta que la prueba se ha realizado sobre la base del prototipo, que no cuenta con espejos retrovisores. A día de hoy se desconoce si serán sustituidos por cámaras o incluso si serán extraíbles, como insinuó en su día el propio Elon Musk.
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