Ni ruidos ni humos. La flota de 350 vehículos eléctricos que da ya servicio en 55 municipios españoles, ayuda a mejorar la calidad de vida de los parques y jardines en los que desarrollan su trabajo y aumenta también el bienestar de los ciudadanos que los disfrutan cada día. Nos lo cuenta Víctor Cardador, Gerente de Urbaser en Barcelona, una de las ciudades pioneras en aplicar esta solución, que se ha convertido en un defensor de la electrificación.
“Empezamos a utilizar vehículos eléctricos para labores de limpieza y recogida de residuos en los jardines hacia 2000 o 2001. Al principio eran modelos electrificados de forma artesanal en los que se había sustituido el motor de combustión por uno eléctrico. Pero solo las baterías suponían hasta 3.000 kilos y como pesaban tanto, apenas ofrecían 20 kilómetros de autonomía. Después ha habido una gran evolución y ahora hay ya modelos eléctricos específicos como las actuales eNV200, con autonomías de hasta 200 kilómetros que además ofrecen capacidades de carga y prestaciones superiores”, asegura Cardador.
¿Qué ventajas aporta utilizar vehículos eléctricos para la limpieza de jardines?
A nivel general contribuyen a la sostenibilidad, porque son mucho más limpios y ecológicos. Y en el lugar de trabajo, los parques y jardines contribuyen a mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos y los trabajadores que los utilizan, porque no emiten ruidos ni emisiones contaminantes.
¿Y en términos de rentabilidad? ¿Son más caros?
Sí son más caros, pero se rentabilizan. En principio las inversiones iniciales y el coste de adquisición resulta superior, porque un modelo térmico equivalente puede costar hasta tres veces menos. Pero después tienen un uso y mantenimiento mucho más reducidos. Por ejemplo, el coste del combustible, en este caso la electricidad, es entre 1/4 y 1/6 del de un vehículo térmico normal. Y el mantenimiento otro 15% a 20% inferior. Esto nos ha permitido ya conseguir que los modelos pequeños y medios se amorticen en ocho años y sean completamente rentables.
¿Cuáles son las claves de esa rentabilidad?
Los costes de uso sin duda son muy importantes, pero la clave es la gestión de la flota, que tiene que ser diferente. Hay que gestionar las cargas, aprovechar las tarifas especiales, etcétera, para sacarles el máximo partido. Y también exigen una gestión diferente del mantenimiento, porque hay que pasar de una mecánica clásica a una más vinculada a la electrónica y las baterías. Una de las ventajas inesperadas que no sabíamos que nos íbamos a encontrar es que la gestión de los eléctricos, que tienen tanta electrónica embarcada, nos iba a aportar una experiencia muy profunda en esta tecnología. Y ese conocimiento nos ha permitido luego resolver con mayor facilidad multitud de problemas de los vehículos convencionales. Así, mientras antes teníamos que reparar fuera de la empresa, ahora somos autosuficientes, y obtenemos ahorros importantes.
¿Qué tipo de vehículos utilizan?
Muy variados y de todos los tamaños, porque tienen que cumplir labores muy diversas. Tenemos una flota de unos 350 eléctricos puros que se utilizan en labores de limpieza y recogida de residuos de unas 55 ciudades españolas. Pero la cifra aumenta cada día, porque en los contratos nuevos este tipo de modelos cada vez son más importantes. Aproximadamente la mitad unos 160, son tipo motocarro, de las marcas Piaggio, Porters y Goupils. Hay otros 30 camionetas de 3,5 toneladas tipo Fiat Ducato, unas 25 furgonetas Nissan eNV200, Kangoo, etc, las más modernas, y unas 15 motocicletas. El resto son vehículos pequeños tipo carros de golf, 10 barredoras eléctricas, máquinas de aspiración de residuos y 20 turismos Nissan Leaf que utilizamos para labores de control de calidad e inspección. A todo esto hay que sumarle los híbridos, que son otros 75. La mitad son tipo Prius, pero los otros son de tamaño grande, hasta 26 toneladas, y se usan como recolectores.
¿Qué opinan los trabajadores?
Al principio, cuando decidimos empezar a electrificar la flota teníamos dudas sobre como lo aceptarían, pero ahora la aceptación es total. ¡Están encantados! Dicen que son más silenciosos y relajantes, lo que aumenta el confort. Además, han recibido cursos de conducción eficiente que nos han permitido aumentar mucho la autonomía de cada recarga y en consecuencia reducir el consumo de energía.
¿Qué falta para que el uso de vehículos eléctricos se generalice entre las compañías que gestionan la limpieza de las ciudades españolas?
Lo que podemos confirmar desde Urbaser es que los vehículos eléctricos pequeños son rentables. Cualquier Ayuntamiento o Administración podría solicitar su implantación en las flotas locales con garantías de éxito, tanto desde un punto de vista técnico como económico. Y la mismo sucede para las empresas que los gestionan. Hay ciudades como Barcelona que son más sensibles y sabes que los van a tener en cuenta a la hora de adjudicar un concurso de limpieza. Pero todavía no es un aspecto decisivo. Cuanto más sensible sea una administración más fácil será electrificar.
Ni ruidos ni humos. La flota de 350 vehículos eléctricos que da ya servicio en 55 municipios españoles, ayuda a mejorar la calidad de vida de los parques y jardines en los que desarrollan su trabajo y aumenta también el bienestar de los ciudadanos que los disfrutan cada día. Nos lo cuenta Víctor Cardador, Gerente de Urbaser en Barcelona, una de las ciudades pioneras en aplicar esta solución, que se ha convertido en un defensor de la electrificación.
“Empezamos a utilizar vehículos eléctricos para labores de limpieza y recogida de residuos en los jardines hacia 2000 o 2001. Al principio eran modelos electrificados de forma artesanal en los que se había sustituido el motor de combustión por uno eléctrico. Pero solo las baterías suponían hasta 3.000 kilos y como pesaban tanto, apenas ofrecían 20 kilómetros de autonomía. Después ha habido una gran evolución y ahora hay ya modelos eléctricos específicos como las actuales eNV200, con autonomías de hasta 200 kilómetros que además ofrecen capacidades de carga y prestaciones superiores”, asegura Cardador.
¿Qué ventajas aporta utilizar vehículos eléctricos para la limpieza de jardines?
A nivel general contribuyen a la sostenibilidad, porque son mucho más limpios y ecológicos. Y en el lugar de trabajo, los parques y jardines contribuyen a mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos y los trabajadores que los utilizan, porque no emiten ruidos ni emisiones contaminantes.
¿Y en términos de rentabilidad? ¿Son más caros?
Sí son más caros, pero se rentabilizan. En principio las inversiones iniciales y el coste de adquisición resulta superior, porque un modelo térmico equivalente puede costar hasta tres veces menos. Pero después tienen un uso y mantenimiento mucho más reducidos. Por ejemplo, el coste del combustible, en este caso la electricidad, es entre 1/4 y 1/6 del de un vehículo térmico normal. Y el mantenimiento otro 15% a 20% inferior. Esto nos ha permitido ya conseguir que los modelos pequeños y medios se amorticen en ocho años y sean completamente rentables.
¿Cuáles son las claves de esa rentabilidad?
Los costes de uso sin duda son muy importantes, pero la clave es la gestión de la flota, que tiene que ser diferente. Hay que gestionar las cargas, aprovechar las tarifas especiales, etcétera, para sacarles el máximo partido. Y también exigen una gestión diferente del mantenimiento, porque hay que pasar de una mecánica clásica a una más vinculada a la electrónica y las baterías. Una de las ventajas inesperadas que no sabíamos que nos íbamos a encontrar es que la gestión de los eléctricos, que tienen tanta electrónica embarcada, nos iba a aportar una experiencia muy profunda en esta tecnología. Y ese conocimiento nos ha permitido luego resolver con mayor facilidad multitud de problemas de los vehículos convencionales. Así, mientras antes teníamos que reparar fuera de la empresa, ahora somos autosuficientes, y obtenemos ahorros importantes.
¿Qué tipo de vehículos utilizan?
Muy variados y de todos los tamaños, porque tienen que cumplir labores muy diversas. Tenemos una flota de unos 350 eléctricos puros que se utilizan en labores de limpieza y recogida de residuos de unas 55 ciudades españolas. Pero la cifra aumenta cada día, porque en los contratos nuevos este tipo de modelos cada vez son más importantes. Aproximadamente la mitad unos 160, son tipo motocarro, de las marcas Piaggio, Porters y Goupils. Hay otros 30 camionetas de 3,5 toneladas tipo Fiat Ducato, unas 25 furgonetas Nissan eNV200, Kangoo, etc, las más modernas, y unas 15 motocicletas. El resto son vehículos pequeños tipo carros de golf, 10 barredoras eléctricas, máquinas de aspiración de residuos y 20 turismos Nissan Leaf que utilizamos para labores de control de calidad e inspección. A todo esto hay que sumarle los híbridos, que son otros 75. La mitad son tipo Prius, pero los otros son de tamaño grande, hasta 26 toneladas, y se usan como recolectores.
¿Qué opinan los trabajadores?
Al principio, cuando decidimos empezar a electrificar la flota teníamos dudas sobre como lo aceptarían, pero ahora la aceptación es total. ¡Están encantados! Dicen que son más silenciosos y relajantes, lo que aumenta el confort. Además, han recibido cursos de conducción eficiente que nos han permitido aumentar mucho la autonomía de cada recarga y en consecuencia reducir el consumo de energía.
¿Qué falta para que el uso de vehículos eléctricos se generalice entre las compañías que gestionan la limpieza de las ciudades españolas?
Lo que podemos confirmar desde Urbaser es que los vehículos eléctricos pequeños son rentables. Cualquier Ayuntamiento o Administración podría solicitar su implantación en las flotas locales con garantías de éxito, tanto desde un punto de vista técnico como económico. Y la mismo sucede para las empresas que los gestionan. Hay ciudades como Barcelona que son más sensibles y sabes que los van a tener en cuenta a la hora de adjudicar un concurso de limpieza. Pero todavía no es un aspecto decisivo. Cuanto más sensible sea una administración más fácil será electrificar.
Ni ruidos ni humos. La flota de 350 vehículos eléctricos que da ya servicio en 55 municipios españoles, ayuda a mejorar la calidad de vida de los parques y jardines en los que desarrollan su trabajo y aumenta también el bienestar de los ciudadanos que los disfrutan cada día. Nos lo cuenta Víctor Cardador, Gerente de Urbaser en Barcelona, una de las ciudades pioneras en aplicar esta solución, que se ha convertido en un defensor de la electrificación.
“Empezamos a utilizar vehículos eléctricos para labores de limpieza y recogida de residuos en los jardines hacia 2000 o 2001. Al principio eran modelos electrificados de forma artesanal en los que se había sustituido el motor de combustión por uno eléctrico. Pero solo las baterías suponían hasta 3.000 kilos y como pesaban tanto, apenas ofrecían 20 kilómetros de autonomía. Después ha habido una gran evolución y ahora hay ya modelos eléctricos específicos como las actuales eNV200, con autonomías de hasta 200 kilómetros que además ofrecen capacidades de carga y prestaciones superiores”, asegura Cardador.
¿Qué ventajas aporta utilizar vehículos eléctricos para la limpieza de jardines?
A nivel general contribuyen a la sostenibilidad, porque son mucho más limpios y ecológicos. Y en el lugar de trabajo, los parques y jardines contribuyen a mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos y los trabajadores que los utilizan, porque no emiten ruidos ni emisiones contaminantes.
¿Y en términos de rentabilidad? ¿Son más caros?
Sí son más caros, pero se rentabilizan. En principio las inversiones iniciales y el coste de adquisición resulta superior, porque un modelo térmico equivalente puede costar hasta tres veces menos. Pero después tienen un uso y mantenimiento mucho más reducidos. Por ejemplo, el coste del combustible, en este caso la electricidad, es entre 1/4 y 1/6 del de un vehículo térmico normal. Y el mantenimiento otro 15% a 20% inferior. Esto nos ha permitido ya conseguir que los modelos pequeños y medios se amorticen en ocho años y sean completamente rentables.
¿Cuáles son las claves de esa rentabilidad?
Los costes de uso sin duda son muy importantes, pero la clave es la gestión de la flota, que tiene que ser diferente. Hay que gestionar las cargas, aprovechar las tarifas especiales, etcétera, para sacarles el máximo partido. Y también exigen una gestión diferente del mantenimiento, porque hay que pasar de una mecánica clásica a una más vinculada a la electrónica y las baterías. Una de las ventajas inesperadas que no sabíamos que nos íbamos a encontrar es que la gestión de los eléctricos, que tienen tanta electrónica embarcada, nos iba a aportar una experiencia muy profunda en esta tecnología. Y ese conocimiento nos ha permitido luego resolver con mayor facilidad multitud de problemas de los vehículos convencionales. Así, mientras antes teníamos que reparar fuera de la empresa, ahora somos autosuficientes, y obtenemos ahorros importantes.
¿Qué tipo de vehículos utilizan?
Muy variados y de todos los tamaños, porque tienen que cumplir labores muy diversas. Tenemos una flota de unos 350 eléctricos puros que se utilizan en labores de limpieza y recogida de residuos de unas 55 ciudades españolas. Pero la cifra aumenta cada día, porque en los contratos nuevos este tipo de modelos cada vez son más importantes. Aproximadamente la mitad unos 160, son tipo motocarro, de las marcas Piaggio, Porters y Goupils. Hay otros 30 camionetas de 3,5 toneladas tipo Fiat Ducato, unas 25 furgonetas Nissan eNV200, Kangoo, etc, las más modernas, y unas 15 motocicletas. El resto son vehículos pequeños tipo carros de golf, 10 barredoras eléctricas, máquinas de aspiración de residuos y 20 turismos Nissan Leaf que utilizamos para labores de control de calidad e inspección. A todo esto hay que sumarle los híbridos, que son otros 75. La mitad son tipo Prius, pero los otros son de tamaño grande, hasta 26 toneladas, y se usan como recolectores.
¿Qué opinan los trabajadores?
Al principio, cuando decidimos empezar a electrificar la flota teníamos dudas sobre como lo aceptarían, pero ahora la aceptación es total. ¡Están encantados! Dicen que son más silenciosos y relajantes, lo que aumenta el confort. Además, han recibido cursos de conducción eficiente que nos han permitido aumentar mucho la autonomía de cada recarga y en consecuencia reducir el consumo de energía.
¿Qué falta para que el uso de vehículos eléctricos se generalice entre las compañías que gestionan la limpieza de las ciudades españolas?
Lo que podemos confirmar desde Urbaser es que los vehículos eléctricos pequeños son rentables. Cualquier Ayuntamiento o Administración podría solicitar su implantación en las flotas locales con garantías de éxito, tanto desde un punto de vista técnico como económico. Y la mismo sucede para las empresas que los gestionan. Hay ciudades como Barcelona que son más sensibles y sabes que los van a tener en cuenta a la hora de adjudicar un concurso de limpieza. Pero todavía no es un aspecto decisivo. Cuanto más sensible sea una administración más fácil será electrificar.
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