Las marcas chinas han desembarcado en Europa con una oferta muy variada de automóviles, aunque principalmente han puesto el foco en modelos eléctricos de coste ajustado. Sin embargo, hay vida más allá de ellos y algunos fabricantes quieren demostrar que es posible crear coches baratos con otro enfoque, por ejemplo, deportivo. El resultado es el SC-01.
El nombre de la compañía que lo desarrolla no podría ser más claro respecto su filosofía: Small Sports Car (SSC), es decir, ‘Coche Deportivo Pequeño’.
Y el modelo cumple con esas características. Su diseño entra dentro de lo que se puede considerar estándar para un deportivo cupé de dos plazas, con un bajo frontal, un paragolpes con grandes entradas de aire, afilados grupos ópticos, marcados nervios en la carrocería y una zaga recortada que en cierta medida recuerda a un icono como el Lancia Stratos.
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Todo ello, en, como se suele decir, un ‘frasco pequeño’: mide 4,08 metros de largo, 1,82 metros de ancho y 1,16 metros de alto; arrojando un peso de 1.300 kilos, cifra notable si se tiene en cuenta que emplea una mecánica eléctrica, con el lastre que supone un sistema de propulsión así.
La mecánica del SC-01
A este respecto, solo se ha anunciado una configuración que emplea dos motores, uno por eje, confiriéndole tracción integral, así como una potencia máxima de 435 CV, gracias a lo que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. No se ha desvelado el dato de su velocidad máxima.
Tampoco se ha concretado el tamaño de su batería, pero sí se ha anunciado una autonomía de 500 kilómetros. Eso sí, homologada según el obsoleto ciclo NEDC, por lo que con el más estricto y actualizado ciclo WLTP su alcance sería más contenido y realista.
El último punto con el que el SC-01 quiere captar la atención de los potenciales compradores es con su ajustado precio, que en China será de 300.000 yuanes, lo que al cambio suponen menos de 39.000 euros.
La cuestión clave radica en si, como han hecho algunos de sus rivales, está previsto que SSC lo comercialice en otros mercados o si su idea es que sea únicamente un modelo para China.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.