La implantación de los coches eléctricos está siendo lenta, pero poco a poco (muy poco a poco) parece que va haciéndose hueco en el mercado. Sin embargo, según un estudio parece que ese terreno ganado podría perderse en el futuro próximo y es que prácticamente la mitad de los conductores que se ha comprado un coche eléctrico adquirirá un modelo de combustión en su siguiente compra.
Así lo pone de manifiesto un informe llevado a cabo por S&P Global Mobility, que ha estudiado la lealtad de los conductores por tipos de combustible.
Separa los datos entre marcas generalistas y prémium, algo necesario porque el tipo de comprador de unas y otras es muy diferente, así como los resultados obtenidos.
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Empezando por aquellas, solo el 52,8% de quienes tienen ya un modelo a pilas en casa afirma que su siguiente vehículo también será de cero emisiones. El 47,2% restante señala que para su próximo vehículo se decantarán por un modelo de combustión, tenga éste tecnología híbrida o no.
A este respecto hay que puntualizar dos cosas. La primera es que el estudio no implica que necesariamente vayan a cambiar su actual eléctrico por un gasolina, si no que podría ser una compra complementaria, es decir, por ejemplo reemplazar otro vehículo distinto que haya en el hogar por otro que siga siendo de combustión.
Esto se explicaría en parte con la segunda puntualización, que son los motivos que esgrimen los encuestados para no sumar otro eléctrico a su garaje: precio, infraestructura y la autonomía de este tipo de vehículos. De esta manera, es lógico que muchos poseedores de eléctricos bien prefieran dar un paso atrás para no tener estas limitaciones o, en caso de poder permitírselo, adquirir un vehículo térmico que no tenga este tipo de condicionantes.
Mayor fidelidad en las marcas prémium
En el segmento prémium la situación es mejor, pero no tanto como parece a priori. El índice de fidelidad a las mecánicas eléctricas entre estas marcas es del 70%, algo entendible ya que este tipo de clientes no tiene tantos problemas con el precio de su automóvil o a la hora de disponer de puntos de recarga.
Sin embargo, ese porcentaje es incluyendo a Tesla, cuyos compradores son extremadamente fieles, llegando prácticamente al 80%. Esto compensa los resultados algo menores de otros fabricantes, pues todos se quedan por debajo del 60%, los clientes de BMW por debajo del 50% y entre los de Porsche la intención de comprarse otro coche eléctrico es de apenas el 40%.
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