Los coches eléctricos han evolucionado de manera considerable en el relativamente poco tiempo que llevan a disposición del público general. Sin embargo, todavía hay mucho margen de mejora en múltiples aspectos y ahora Stellantis ha presentado una tecnología que supone un salto importante en las áreas clave de estos vehículos: rendimiento, eficiencia, autonomía y recarga.
El automóvil que aparece en la imagen es un Peugeot 3008, pero, en realidad, se trata de IBIS, un prototipo desarrollado en colaboración con Saft (filial de TotalEnergies) que cuenta con un sistema de propulsión eléctrico con un elemento innovador: incorpora funcionalidades de inversor y cargador directamente en la batería.
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Esta arquitectura puede funcionar tanto con corriente alterna (CA) como con corriente continua (CC), siendo capaza de suministrar energía eléctrica directamente al motor o a la red, mientras que de manera paralela también alimenta la red de 12 V del vehículo y sus sistemas auxiliares.
Este formato tiene una serie de ventajas que afectan a las facetas mencionadas antes. Por un lado, al integrar dichas funciones en la pila, el sistema es más compacto, liberando un volumen de 17 litros que permite aplicar el sistema a modelos de menor tamaño sin tener que sacrificar, por ejemplo, capacidad de maletero. Además, es 40 kilos más ligero, lo que ayuda a lograr una eficiencia energética hasta un 10% mayor.
Utilizando el mismo tamaño de batería y sin perjudicar dicha eficiencia, también permite un aumento de potencia del 15%, pasando de los 150 a los 172 kW.
Por último, este formato también ayuda a aumentar la velocidad de carga, reduciendo los tiempos hasta en un 15%. Stellantis pone como ejemplo un cargador de CA de 7 kW, en el que el proceso pasa de durar siete horas a completarse en solo seis.
Además, con esta configuración se consigue un “servicio más fácil y mayor potencial para la reutilización de baterías de segunda vida tanto en aplicaciones automotrices como estacionarias”.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.