Los coches con carrocerías que cambian de color ya no son algo exclusivo de las películas de ciencia ficción. Toyota tendría una tecnología para ello y también BMW con E Ink, que permite llevar a cabo esta modificación. Mercedes se une a ellas con un objetivo más allá de la estética: incrementar el nivel de autonomía de sus coches eléctricos.
La marca alemana ha desvelado las investigaciones y tecnologías futuras que tiene en curso y que están destinadas a avanzar en el sector del motor. Una de ellas se centra en vehículos que generan electricidad.
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¿Cómo? Con un nuevo tipo de módulos solares que podrían aplicarse a la carrocería de los coches eléctricos como si fueran una capa de pasta muy fina. O lo que es lo mismo: una pintura solar que pueda utilizarse en todas las superficies exteriores de los vehículos, independientemente de su forma o ángulo. Tiene, además, varias ventajas:
- No contiene tierras raras ni silicio, sino materias primas no tóxicas y de fácil acceso.
- Es fácil de reciclar.
- Su producción es considerablemente más barata que la de los módulos solares convencionales.
- Es muy eficaz.
Los módulos solares de la pintura de Mercedes tienen cinco micrómetros de espesor: es más fina que un cabello humano. Por otro lado, pesan 50 gramos por metro cuadrado y están repletos de energía.
Esta superficie fotovoltaica activa se puede aplicar a cualquier sustrato y las células solares tienen alta eficiencia del 20%. Tanto es así que, una superficie de 118,4 metros cuadrados, que equivale a la carrocería de un SUV mediano, podría producir energía para recorrer hasta 12.900 kilómetros anuales. Eso sí, en condiciones ideales.
¿Cómo funciona?
La energía generada por las células solares se usa para la conducción o alimenta, directamente, la batería de alto voltaje. La clave es que este sistema fotovoltaico está siempre activo y también genera energía cuando el coche está apagado. En el futuro, sería la solución ideal para aumentar la autonomía y reducir las paradas para cargar.
La cantidad de energía producida depende de tres factores: los niveles de sombra, la intensidad del sol y la ubicación geográfica. Mercedes ha hecho las cuentas basándose en los conductores de Stuttgart (Alemania): de media, recorren 51 kilómetros al día y, más o menos, el 62% de esta distancia se podría cubrir con la energía solar proporcionada por la pintura.
La marca de la estrella ha simulado otro ejemplo y ha elegido la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos), donde hay excedente de energía solar. En este caso, la energía proporcionada por la pintura se podría usar, de media, en el 100% de los viajes y, mediante la carga bidireccional, lo que sobrase se podría destinar a la red doméstica.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.