La UE soluciona uno de los grandes problemas de la recarga de coches eléctricos

La nueva normativa de Bruselas para los cargadores públicos de vehículos sin emisiones se aplica desde este 13 de abril.

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Una persona paga la recarga de su coche eléctrico con tarjeta. | Getty

Descargar varias aplicaciones para pagar la recarga del coche eléctrico en las estaciones de los diversos operadores va a ser cosa del pasado. La nueva norma de la Unión Europea obliga a permitir el pago con tarjeta de débito o crédito mediante un datáfono en los puntos de recarga públicos, y ya se aplica para aquellos de nueva instalación.  

La normativa comunitaria pretende simplificar el pago de la recarga del coche eléctrico para facilitar el uso y disfrute de la infraestructura. El objetivo de estas directrices es impulsar la movilidad eléctrica y de combustibles alternativos para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados para el próximo 2030.

Hasta ahora, cada operador contaba con una aplicación propia mediante la que se realizaba el pago. Como consecuencia, los conductores debían descargar e instalar hasta cinco ‘apps’ distintas en sus teléfonos móviles.  

La nueva norma de la UE es obligatoria desde este 13 de abril, seis meses después de la publicación del reglamento europeo, para todos los puntos de recarga de nueva instalación, pero se aplicará gradualmente en los existentes. Los datáfonos empezarán a colocarse en los postes de carga de manera gradual, pero con una fecha límite. En enero de 2027 toda la infraestructura deberá estar actualizada a esta nueva medida.

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Obviamente, el rango de aplicación se extiende a todos los países de la Unión. Este detalle va a eliminar los obstáculos existentes en el caso de querer viajar con un coche eléctrico por Europa.

“Pagar fácil y cómodamente”

En el texto se especifica que los “usuarios de vehículos que utilizan combustibles alternativos deben poder recargar o repostar de manera puntual y pagar fácil y cómodamente en todos los puntos de recarga y repostaje de acceso público, sin necesidad de firmar un contrato con el operador del punto de recarga o repostaje o con un prestador de servicios de movilidad”.

Es decir, las aplicaciones de cada operador podrán seguir utilizándose, pero “en caso de recarga o repostaje puntual, todos los puntos de recarga y repostaje de acceso público deben aceptar instrumentos de pago de uso generalizado en la Unión y, en particular, pagos electrónicos a través de terminales y dispositivos utilizados para servicios de pago”. En resumen, deben contar con datáfonos para que los usuarios puedan pagar la recarga del coche con tarjeta, de crédito o débito.

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