Una buena noticia para aquellos que estén pensado en reemplazar su automóvil por uno nuevo con mecánica eléctrica: el Plan Moves II concede hasta 5.500 euros de ayuda para incentivar la compra de modelos sin emisiones. Además, los fabricantes aportan un mínimo de otros 1.000, aunque la mayoría de marcas doblan esta cantidad, y el ahorro final puede alcanzar los 8.000 euros e incluso llegar a 10.000.
Para beneficiarse de las ayudas, eso sí, hay que cumplir ciertas condiciones. La principal es que el vehículo a comprar no supere los 45.000 euros.
Más información
Pero hoy en día hay al menos 20 vehículos disponibles en España que la cumplen, de varios tamaños y tipos, y que son los recogidos en este informe especial.
Como ayuda directa, el Plan Moves II aporta 4.000 euros. Y la entrega de un coche usado para achatarrar, con siete años de antigüedad o más, permite recibir otros 1.500, hasta los 5.500 euros citados.
Aunque para evitar picarescas que se dieron en planes anteriores, ahora se exige que tenga matricula española, la ITV en vigor y que haya estado a nombre de quien vaya a solicitar las subvenciones durante por lo menos un año.
Los fabricantes, por su parte, están reforzando su contribución económica (1.000 euros como mínimo) con ventajas paralelas que buscan también reactivar el mercado del automóvil y animar al cliente a la compra: por ejemplo, con descuentos por financiarla, regalar el poste de carga doméstico o aplazar los pagos para después del verano e incluso hasta 2021. Y los precios reflejados en este reportaje incluyen también todas estas ayudas una vez aplicadas.
Definición confusa
Como ha sucedido en ocasiones anteriores, la definición del Plan Moves II resulta algo enrevesada. Para empezar, el Gobierno provee los fondos (100 millones de euros) y activa el plan al publicarlo en el BOE.
Pero son las comunidades autónomas las que lo articulan, repartiendo la parte que les toca del presupuesto de la forma que consideren más adecuada, y casi ninguna comparte plazos o metodologías. Afortunadamente, las nuevas ayudas tienen efectos retroactivos y se pueden solicitar ya en cualquier comunidad, con independencia de cuándo se vaya a activar el Plan en la región.
El Plan Moves II tiene también su cara oculta, porque al igual que sucede con otras subvenciones (como el subsidio por desempleo, el paro, o las cuantías del SEPE asociadas a los actuales ERTE), habrá que computarlo en la Renta 2021. Y por las cantidades asociadas (de 4.000 euros en adelante), es más que probable que la próxima declaración salga a pagar.
Híbridos enchufables: también con ayudas
Los híbridos enchufables o PHEV son los únicos automóviles sin emisiones de la oferta actual que pueden cumplir como coche único para todo. Y es que combinan autonomía eléctrica para realizar los desplazamientos diarios con limpieza, y un motor térmico convencional, con su depósito, que permite afrontar viajes.
Los modelos PHEV pueden acogerse también a las subvenciones del Plan Moves II, aunque, al igual que sucede con los eléctricos, siempre que su precio no supere los 45.000 euros. En la oferta actual en España, 22 modelos cumplen esta condición.
La aportación del Plan asciende a 1.900 euros, aunque llega a 2.600 si se entrega un coche usado con siete o más años de antigüedad. Además, hay otros 1.000 euros que provee el fabricante, y que elevan la cantidad a 2.900 y 3.600 euros, respectivamente. Pero las marcas, en su mayoría, mejoran esta aportación con promociones extra asociadas a la financiación, entre otras, y que pueden elevar sustancialmente el ahorro final.
La letra pequeña de las subvenciones es otro aspecto a valorar, porque, como pasa en los eléctricos, estas ayudas computarán en la Renta 2021 y pueden alterar el resultado de la declaración, que salga a pagar en lugar de a devolver, por ejemplo.
La autonomía eléctrica ronda los 50 kilómetros en muchos modelos y, según la longitud de los trayectos diarios, se podría no consumir de lunes a viernes, o que este gasto fuera mínimo y mejor que el de los híbridos y diésel. El registro de la tabla se refiere solo a los primeros 100 kilómetros recorridos, y siempre que se parta con la batería llena. Después, el fin de semana o cuando se precise, el propulsor de combustión dará para viajar sin limitaciones, aunque también con mayor consumo.
Tres ejemplos reales
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram