Las ciudades son el lugar donde los coches eléctricos sacan a relucir sus mayores virtudes y en dicho hábitat los automóviles que más sentido tienen son los pequeños y manejables. El Squad cumple con todos los requisitos, con el punto a favor de contar con un techo solar que deriva en un ahorro de energía todavía mayor.
Es la característica más destacada del modelo de Squad Mobility, cuyo techo está forrado al completo por placas. Estas son capaces de generar la energía suficiente como para recorrer 20 kilómetros (en un día de verano, según detalla la marca).
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Esto puede parecer poco, pero según la compañía la media de uso diaria de un conductor europeo es de 12 kilómetros al día, así que según sus cálculos cubriría esa necesidad. Probablemente, los kilómetros diarios medios son más elevados, pero contar con esa cantidad de apoyo sirve para ahorrar en la factura de la luz.
Un coche sin carnet
El Squad monta cuatro baterías intercambiables de 1,6 kWh de capacidad cada una, lo que hace que su autonomía sea de 100 kilómetros. Además, emplea dos motores de 2 kWh cada uno, lo que le permite circular a velocidades de hasta 45 km/h. Como se intuye por sus prestaciones, entra dentro de la categoría de cuadriciclos ligeros y se puede conducir sin carnet.
La variante estándar es biplaza, pero la compañía también trabaja en una de mayor tamaño, con capacidad para cuatro personas y unas prestaciones superiores (70 km/h), por lo que su categoría será distinta.
Su diseño es bastante sencillo, guiado más por la practicidad que por la estética. Tiene una forma cuadrada que maximiza el espacio interior y luce detalles como el alerón trasero o las llantas de 15 o 16 pulgadas, así como unas puertas desmontables. El interior es bastante espartano, aunque, por ejemplo, dispone de un cuadro de instrumentos digital.
La compañía ya ha abierto las reservas del Squad, por las que hay que hacer depósitos de 50 o 500 euros, según la versión. También ha anunciado su precio para Europa, que arranca en 6.250 euros sin incluir impuestos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.