Los radares móviles son una parte importante de cualquier gobierno para detectar los excesos de velocidad en carretera. En España, por ejemplo, estos aparatos se instalan en vehículos aparcados en un lado de la carretera o sobre soportes. En Francia, sin embargo, pueden multar con el coche en movimiento.
Hay 400 radares móviles en Francia instalados en el interior de vehículos que multan mientras el coche circula. Según el departamento de Seguridad Vial francés, los radares “funcionan perfectamente”, incluso a la velocidad máxima autorizada en la vía. Lo curioso de estos aparatos no es solo esta característica técnica, sino que no todos los conductores que llevan uno pertenecen a la policía francesa.
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Desde este año, más de la mitad de estos radares móviles están instalados sobre coches particulares. Es decir, cualquier conductor que lo solicite puede llevar un radar colocado en el salpicadero e ir multando a sus vecinos mientras circula por carretera.
Cómo llevar un radar móvil en el coche
La solicitud para formar parte de este equipo de conductores civiles se realiza a través de una de las empresas privadas a las que el Gobierno francés ha concedido la gestión de estos radares. El año pasado, la plataforma de trabajo Indeed publicó el listado, formado por Mobiom, GSR, OTI France e Ineo Infracom.
Cualquier conductor que tenga al menos 10 de los 12 puntos del permiso de conducir puede optar a ser un radar móvil. No obstante, hay preferencia por aquellos que hayan sido o sean conductores de autoescuela o de ambulancia, policías o gendarmes.
Desde el departamento de Seguridad Vial explican que a estas empresas no se les paga por el número de infractores detectados en carretera, sino por el total de kilómetros recorridos. Así, se entiende que cada conductor percibirá como pago lo que corresponda según el kilometraje cubierto con el radar operativo en el coche.
Multas por querer multar
Estos coches pueden circulan a la velocidad máxima autorizada en cada tipo de vía, obviamente, aunque se recomienda hacerlo ligeramente por debajo del límite para poder detectar mejor los excesos de velocidad. Eso sí, siempre adaptando la conducción al estado del tráfico.
Desde la administración francesa recuerdan que conducir excesivamente lento para incitar a que el resto de los vehículos adelanten al radar está sancionado con una multa de 1.000 euros. Estas multas se dirigen a las empresas adjudicatarias y se calculan por conductor y por día.
Las regiones en las que se ha puesto en marcha esta privatización de los radares móviles son Normandia, Bretaña, Países del Loire y Centro de la Valle del Loire desde 2013; Alta Francia, Grande Este, Borgoña-Franco Condado y Nueva Aquitania desde el 2021 y Auvernia-Ródano-Alpes, Occitania, Provenza-Alpes-Costa Azul y Córcega desde 2023.
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