Acelerar cuando otro coche está adelantando: ¿multan por ello?

El 20% de los conductores admite que ha acelerado alguna vez cuando otro vehículo les ha rebasado en la carretera.

señal P-35

Un coche circulando antes de adelantar a un camión en una carretera secundaria.

Un adelantamiento es una de las maniobras más peligrosas que se pueden llevar a cabo en la carretera. Tanto es así que todos los implicados en ella deben poner de su parte para que sea lo más segura posible: esto incluye, también, a los vehículos que son adelantados.

Sobre el asfalto, es fundamental que todos favorezcan la seguridad de los usuarios presentes en la vía. Según datos del Club Europeo de Automovilistas, en un choque frontal a 80 km/h el riesgo de perder la vida es del 70%: a pesar de ello, el 20% de los conductores admite haber acelerado alguna vez cuando les adelantaban.

Aunque no lo parezca porque no es el protagonista, el conductor que está siendo adelantado debe garantizar que la maniobra esté exenta de riesgos. Tiene que evitar conductas agresivas y, también, en algunos casos, dar el intermitente izquierdo o hacer señas con el brazo para informar a la otra persona que es posible hacer un adelantamiento seguro.

Prohibido acelerar en un adelantamiento

A esto hay que sumar las obligaciones que tiene que cumplir y que figuran en el artículo 86 del Reglamento General de Circulación (RGC). El conductor que va a ser adelantado tiene prohibido aumentar la velocidad o efectuar maniobras que impidan o dificulten el adelantamiento.

La norma establece que, cuando un conductor advierte que le están adelantando, estará obligado a ceñirse al borde derecho de la calzada. Al mismo tiempo, tendrá que mantener una velocidad constante.

Cabe recordar que, si el otro vehículo ha señalizado la maniobra de adelantamiento y la ha comenzado, tendrá prioridad sobre el coche que está rebasando. Este deberá esperar a que termine para hacer cualquier otro movimiento.

Reducir la velocidad al ser adelantado

El conductor adelantado también tiene la obligación de reducir la velocidad de su vehículo cuando, una vez iniciada la maniobra, se produzca alguna situación que entrañe peligro para él, para el otro coche, para los que circulan en sentido contrario o para cualquier otro usuario de la vía.

Esta norma tiene una excepción: cuando el vehículo que está realizando la maniobra dé muestras inequívocas de desistir, el otro usuario no tendrá que disminuir su ritmo si, así, evita poner en peligro la seguridad de la circulación. Deberá, al mismo tiempo, facilitar la vuelta al carril del otro conductor.

Una infracción grave

Es el propio artículo 86 del RGC el que especifica que las infracciones a las normas que en él figuran tienen la consideración de graves, conforme se prevé en el artículo 65.4.c del texto articulado. Así las cosas, los conductores que aumenten la velocidad o hagan maniobras para impedir o dificultar el adelantamiento recibirán una sanción de 200 euros.

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Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

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