El sistema de climatización del coche ayuda a regular la temperatura del habitáculo, pero tiene más funcionalidades. Entre ellas, la de ahorrar combustible, gracias al botón de la recirculación del aire.
Este botón es especialmente útil para, por ejemplo, evitar que se cuelen al interior del habitáculo olores desagradables que provengan del exterior. También es especialmente útil para ahorrar combustible, sobre todo en verano.
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Al activar el botón de la recirculación, el sistema de climatización coge el aire que hay dentro del habitáculo, que tendrá una temperatura cada vez menor, en vez de utilizar el del exterior.
Así, para refrigerar el habitáculo será necesario un menor esfuerzo del compresor y de los distintos sistemas eléctricos relacionados con él. Gracias a este mecanismo, por ende, el sistema de refrigeración trabaja menos y gasta menos combustible.
Pero ¿es igual de útil el botón de recirculación del aire en invierno? No, de hecho, está desaconsejado utilizarlo con el mismo objetivo que en verano. Al ser la temperatura del exterior muy fría y más baja que la del habitáculo, el sistema de climatización atrapa la humedad exterior. Si se utiliza la recirculación, ese mismo aire húmedo se quedará atrapado en el interior del coche, empañando los cristales.
Usarlo, pero con cuidado
Sí es cierto que, durante breves minutos, el botón de recirculación del coche puede ser útil incluso en invierno. Al arrancar el coche y activar el sistema de climatización, se puede activar también el botón de recirculación para que el aire ya caliente que sale de las rejillas eleve más rápido la temperatura del habitáculo.
Eso sí, lo recomendable es utilizar este botón durante unos minutos y volver a abrir las rejillas del sistema de climatización, para evitar la temida condensación. Igualmente, es mejor reducir su uso en días especialmente húmedos y saber cómo desempañar los cristales utilizando los botones para las lunetas trasera y delantera.
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