¿Detestas las glorietas y no sabes a quién tener manía? Aquí te contamos eso y unas cuantas curiosidades más sobre las rotondas, que llevan 40 años martirizando a muchos conductores españoles. La primera se construyó en 1976; desde entonces, las glorietas han proliferado y ahora no dejan de generar polémica.
El padre del invento
Puedes dirigir tu odio hacia Eugène Hénard (1849-1923), arquitecto francés que proyectó en París las primeras glorietas urbanas: como explican en este trabajo de investigación, en 1907 se instaura la circulación giratoria en sentido único en la plaza de l’Étoile (hoy plaza Charles de Gaulle, en torno al Arco del Triunfo) y en la plaza de la Nación.
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En 1925, se construye la primera rotonda en el centro de Londres. En esta primera época, tienen prioridad los vehículos que se circulan fuera de la glorieta. La prioridad del anillo se instaura en Inglaterra en 1966, y posteriormente en Francia (1984), Suiza (1987) o España (1990).
40 años de vida (en España)
El primer intento de introducir este tipo de intersección en España data de 1974, fecha en la que se proyectaron, sin éxito, 50 rotondas para la Red Arterial Metropolitana de Cataluña.
La primera glorieta española, regida ya por la prioridad del anillo, se construye en Palmanova (Mallorca) en 1976. Desde entonces, la implantación de este tipo de intersecciones ha tenido un éxito creciente, especialmente a partir de 1990.
El embrollo: ¿cómo se circula?
Y a pesar de que las rotondas parecen estar entre nosotros de toda la vida, y de que en la autoescuela nos explican cómo funciona el asunto, no nos damos por enterados. La Guardia Civil ha intentado aportar claridad con gráficos como este:
Venga, que volvemos a intentarlo, a ver si por el #MétodoCansino dejamos de discutir en las #rotondas
??? pic.twitter.com/FZBugZDDLI— Guardia Civil (@guardiacivil) 2 de septiembre de 2016
Pero las dudas siguen flotando en el ambiente. Así se circula en una glorieta:
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- Prioridad. El conductor que circula por el carril exterior siempre tiene la prioridad en este carril, por encima de aquellos que se incorporen a la rotonda, o aquellos que circulen por el carril interior
- El carril de entrada. No hay una regla estricta, pero sí recomendaciones. Por ejemplo, cuando vayamos a coger la salida de la derecha o a seguir recto en la glorieta, sería mejor que entráramos por el carril externo. Por el contrario, si vamos a girar a la izquierda o a cambiar de sentido, tendríamos que entrar utilizando el interno.
- Circulando. Tráfico deja claro que, de manera general, hemos de utilizar el carril exterior. Así cruzaremos menos carriles y las maniobras serán más seguras.
- Carril izquierdo. Existe la creencia de que debes usarlo para girar a la izquierda o tomar la última salida, pero no es una obligación. Tampoco es verdad que no se pueda circular por él: se puede ocupar cuando el exterior está congestionado, por ejemplo.
- La salida, por la derecha. Una regla sencilla y esencial: al abandonar una rotonda deberemos hacerlo siempre desde el derecho (y cambiarnos a él con antelación suficiente).
Por si quieres consultar un gráfico todavía más detallado, aquí tienes este que la Dirección General de Tráfico publicó hace un par de años.
Turborrotondas
Para aliviar el problema de las rotondas, o para aumentarlo más, quién sabe, hace unos años empezaron a instalarse lo que se dio en llamar turborrotondas. La primera en España se construyó en Grado (Asturias) en 2009 y en el último año se han utilizado bastante más.
La diferencia fundamental es que impiden el movimiento entre carriles una vez que estás dentro de la glorieta (mediante líneas continuas), de manera que se minimizan las posibilidades de choque lateral. Eso sí, hay que estar muy atento en el momento de la incorporación, porque el carril que elijas al entrar es el que determina la salida que puedes escoger.
Los monumentos más raros, en las rotondas
Para redondear el asunto, las administraciones locales han llevado el arte a las redondas. No hay más que añadir porque las imágenes lo dicen todo:
España: a la mayor gloria de la glorieta
España es un país de rotondas, efectivamente. Lo viven sus automovilistas constantemente y lo demuestra a diario la web Nación Rotonda, que se dedica a recopilar desde 2013 los desmanes urbanísticos cometidos en España.
Lo suyo tiene más que ver con las consecuencias de la burbuja inmobiliaria que con el tráfico, pero el resultado que se aprecia es que las rotondas, en determinados momentos, se han reproducido con la alegría de los champiñones.
La rotonda con 19 semáforos
Los despropósitos parecen no tener límite. Punto de partida: una rotonda tiene sentido porque regula la circulación en un cruce de manera natural, sin necesidad de utilizar semáforos. Entonces, ¿por qué hay tantas glorietas con regidas por el verde y el rojo? Una de ellas se lleva la palma: está en Madrid y en su área de influencia tiene ¡19 semáforos!
Y para remate…, el timo de la rotonda
Si ya es incómodo circular en algunas glorietas, resulta que, además, pueden timarte. Hay conductores que se dedican a simular accidentes para cobrar indemnizaciones del seguro.
Circulan constantemente por el carril exterior hasta que encuentran una víctima en el carril interior. En ese momento chocan contra ella y, como la prioridad es suya, salen ganando en el parte de accidentes. El último caso sonado se produjo en Vigo (Pontevedra) el pasado verano, donde un grupo organizado exprimió al máximo el timo de la rotonda.
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