¿Cómo afecta a los ciudadanos la implantación de las ZBE?

La llegada generalizada de las zonas de bajas emisiones a España comenzó el pasado 1 de enero, cuando entró en vigor la norma que obligaba a establecerlas en los municipios con más de 50.000 habitante. Pero, ¿cómo afecta a los ciudadanos su implantación?

Es pronto para saberlo a nivel nacional, pero en Madrid llevan activas desde hace un tiempo, así que desde Alphabet han llevado a cabo un estudio para ver de qué manera ha incidido en la vida de los residentes en la capital.

El 51% admite que o bien ha cambiado o bien va a tener que cambiar sus hábitos de desplazamiento, algo lógico puesto que Madrid Zona de Bajas Emisiones se está expandiendo año a año y en 2025 ocupará todo el municipio al completo.

Parte de esa modificación pasará por adquirir un vehículo más sostenible, algo que contempla el 17% de los encuestados. Tiene sentido ya que los coches sin etiqueta tendrán prohibido circular y en Madrid Distrito Centro, para moverse con libertad, es necesario tener la etiqueta ECO o la etiqueta CERO.

A pesar de afectar a su movilidad, el 78% de los madrileños se muestra a favor de la implantación de la medida, aunque el 27% especifica que está a favor siempre que no le afecte a la movilidad con su vehículo.

A la hora de valorar a qué creen que se debe el establecimiento de las ZBE, el 73% de los residentes de las Comunidad de Madrid apunta a motivos medioambientales, un 34% piensa que es para mejorar la salud de los ciudadanos, un 30% cree que es por fines políticos y un 24% señala a fines recaudatorios.

Las alternativas a las ZBE

Son muchos los que consideran que podrían establecerse otras alternativas diferentes a la implantación de Zonas de Bajas Emisiones. La más valorada, con un 79%, es el fomento del transporte público, seguida por el aumento de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos (62%) y por la instalación parkings disuasorios a la entrada a las ciudades (59%).

Ahora bien, las alternativas que implican que el conductor abra la cartera no gozarían de tanta aceptación: solo el 7% vería bien que se establecieran peajes de acceso y únicamente el 3% estaría de acuerdo con aumentar el precio del estacionamiento regulado.