Cuando los coches todavía compartían los caminos con los carros y los caballos, hace más de cien años, los pinchazos eran habituales. La calidad de las vías (de tierra o adoquines, en su mayoría) no era excesiva y en ellas abundaban los clavos de las herraduras. Así, casi por inercia, nació la rueda de repuesto. Era imprescindible contar con una solución para reparar un pinchazo. La primera marca en incorporarla a bordo fue Rambler, a principios del siglo XX.
Desde entonces, la quinta rueda ha sido una necesidad, después una obligación y finalmente tan solo una opción. En la actualidad, la normativa de tráfico solamente exige que se disponga de un sistema que permita seguir circulando después de un pinchazo, ya sea un neumático o simplemente un kit de reparaciones.
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Sea cual sea la opción, para reparar un pinchazo el primer paso es ponerse el chaleco reflectante antes de salir del coche. Y también señalizar la presencia del coche el triángulo o con las luces de emergencia.
El gato hidráulico, sin embargo, no es imprescindible: no todos los coches llevan rueda de repuesto y existen soluciones en el mercado que sirven para evitar el su uso.
Una rueda igual
La llamada quinta rueda que tiene la misma forma, volumen y altura que las demás, con lo cual solo hay que montarla y listo. Cada vez son menos las marcas que incorporan estas ruedas por cuestiones económicas y de espacio.
Para el usuario que sepa usar el gato, es la mejor opción, pues permite circular normalmente y sin limitación de kilometraje y velocidad. Como ocurre con las otras cuatro, conviene revisar la presión de vez en cuando, igual que con las otras.
Rueda de emergencia
También conocida como ‘de galleta’. Suele ser de un tamaño menor, menos gruesa que las otras y con materiales menos resistentes, por lo que tiene un límite tanto de uso como de velocidad. Estos datos aparecen en la rueda, pero por lo general son 80 kilómetros de distancia y una velocidad máxima de 80 km/h.
Debido a la inestabilidad que supone la diferencia de esta rueda con las otras tres, si se alcanza mayor velocidad puede afectar peligrosamente a la estabilidad del vehículo, sobre todo en la frenada. Por lo tanto esta rueda solo nos servirá para llegar al taller y poco más.
Como ventaja, ocupa poco sitio en el maletero y pesa menos a la hora de montarla. El inconveniente es que hay que reparar o sustituir la rueda dañada lo antes posible.
Kit reparapinchazos
Es la mayor tendencia de la industria actualmente, ya que deja más hueco para el maletero. También economiza en los costes y da cierta comodidad a la hora enfrentarse a la reparación temporal del pinchazo.
Este kit se compone de una llave para desmontar la válvula de la rueda, una válvula nueva, un líquido o espuma química selladora para el pinchazo y un compresor para hinchar la rueda.
El procedimiento es sencillo, pero hay que estar seguro de que el líquido ha hecho su trabajo antes de volver a la carretera. Al igual que con la rueda de emergencia, no se puede circular a más de 80 km/h ni llegar mucho más lejos del taller. Su principal desventaja es que este sistema no sirve en caso de reventón o si el agujero del pinchazo es demasiado grande.
Una reparación casera
Hay un método también extendido para reparar momentáneamente un pinchazo sin quitar la rueda: se trata del llamado método de la mecha.
El kit se vende en tiendas de repuestos de automóvil y consiste en un trozo de cuerda impregnada en pegamento rápido resistente, que se introduce en la rueda aumentando el tamaño del agujero y que sella la salida del aire, igual que un parche.
Rueda ‘run-flat’
Los neumáticos antipinchazos (aunque también se pinchen) llevan refuerzos en los laterales de las llantas que permiten circular tras un pinchazo sin que la rueda se quede totalmente en el suelo. Al igual que en los casos anteriores, la velocidad máxima es de 80 km/h y hay que cambiar la rueda a los pocos kilómetros.
El uso de estas ruedas no exime de llevar en el coche, según la ley de tráfico, una rueda de repuesto o un kit para reparar el pinchazo.
El último recurso, la grúa
Si la compañía de seguros incluye asistencia en carretera, la forma más sencilla de reparar un pinchazo es llamar a la grúa. Tanto si es para cambiar la rueda como si es para aplicar el kit de reparaciones. Incluso a veces no queda más remedio, porque el kit no es suficiente para tapar el agujero o porque la rueda de repuesto está desinflada.
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