La contaminación, las partículas de los frenos, los diferentes terrenos… generan una capa de suciedad en las llantas, que se debe eliminar cada cierto tiempo. Una tarea para la que se puede emplear un elemento de limpieza que está presente en todas las casas.
Lo cierto es que es fácil encontrar todo tipo de productos específicos para limpiar las llantas y con un amplio rango de precios. No obstante, hay conductores que se decantan por soluciones más caseras con el objetivo de ahorrar unos cuantos euros.
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Es el caso de un limpiador de hornos como el que se ve en el siguiente vídeo. Este potente antigrasas actúa también de una forma muy eficaz para quitar la suciedad acumulada de las llantas. Solo hay que dejarlo actuar unos minutos y acto seguido lavarlas con una lanza a presión o con otros métodos. La suciedad saldrá como por arte de magia.
El truco de la baraja
No, no se trata del truco que cualquier mago podría hacer con una baraja de naipes. En este caso y como se ve en el vídeo, las cartas sirven para formar una barrera de protección y que no resulte también pintado el neumático.
Y es que, una vez dispuestas entre la llanta y el neumático, se aplica un spray con pintura metalizada y la llanta parece prácticamente nueva. Sin duda, un truco casero de lo más económico para dejar las llantas como nuevas. Eso sí, estas deben ser de chapa, porque si son de aleación, como las de casi todos los coches nuevos, esta ‘restauración casera’ no servirá.
¿Cómo limpiar las llantas del coche?
Aunque existen infinidad de artículos como ese limpiador de horno mencionado anteriormente que, a priori, pueden ofrecer una buena limpieza de las llantas, lo más recomendable es elegir un producto específico de los venden las empresas especializadas.
Estos limpiallantas actúan sobre los componentes férricos (ferodo) y demás suciedad que se han ido adhiriendo. La forma de utilización es sencilla:
- Lo más importante es esperar a que las llantas y los frenos se hayan enfriado. El detergente no puede hacer su trabajo si seca antes de la cuenta. Además, si los frenos están calientes, al entrar en contacto con un líquido frío, pueden llegar a deformarse.
- Aplicar el producto directamente sobre la zona sucia, sin mojarla con agua previamente.
- Si la llanta tiene un diseño complejo, una vez aplicado el limpiador, se debe recurrir a un cepillo o esponja para llegar a todos los recovecos.
- Dejar que actúe el tiempo recomendado por el fabricante. Habitualmente entre tres y ocho minutos.
- Aclarar con abundante agua, si es posible con una pistola a presión, para remover todos los residuos.
- Secar a mano. Preferiblemente con un paño de microfibra que no dañe la superficie.
- Los remedios caseros, como los limpiahornos o quitagrasas de cocina, no son recomendables. A la larga pueden acabar afectando al esmalte o el cromado de la llanta.
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