En España, muchos conductores disfrutan de la emoción de explorar caminos de tierra y pistas forestales con su coche o moto por la sensación de libertad y el contacto con la naturaleza. Sin embargo, ¿se han parado estos conductores a pensar qué sucede si se sufre un percance lejos del asfalto? Así es la letra pequeña de las pólizas.
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La realidad con los seguros puede ser un poco más compleja de lo que se imagina, y la legislación española es clara al respecto. Aunque a veces, la letra pequeña puede pillar desprevenidos a muchos. Si un conductor —con coche o moto— se ve en un aprieto o, por ejemplo, tiene un accidente o una caída en plena naturaleza, tendrá que mirar el tipo de póliza contratada y las coberturas.
Los seguros a terceros, que son los más básicos y obligatorios, suelen cubrir solo los daños a otros vehículos o personas. Pero, ¿qué pasa con los daños al propio vehículo? Aquí es donde la situación se complica. Las pólizas a todo riesgo son las que ofrecen protección para el vehículo en estos escenarios, pero ¡ojo! Es vital verificar que la póliza no excluya explícitamente los accidentes ocurridos en vías no asfaltadas o en condiciones de off-road.

Accidentes con animales
Muchas aseguradoras pueden aplicar restricciones si consideran que se conducía de forma imprudente o en lugares no aptos para la circulación. Un encuentro inesperado con la fauna es otro riesgo latente. Si se atropella un animal salvaje en una de estas pistas, la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor establece que la responsabilidad recae a menudo sobre el conductor, salvo excepciones muy específicas, como una señalización deficiente del coto de caza.
Esto significa que, sin una cobertura específica para estos sucesos, el conductor podría asumir los costes de reparación de su vehículo, lo que puede ser un disgusto considerable. Si el animal es doméstico, la responsabilidad recae en su dueño. Además de los daños, surge otra preocupación vital: ¿y si se necesita asistencia mecánica o sanitaria en mitad de un camino?

Asistencia mecánica y sanitaria
Aquí es donde la letra pequeña cobra aún más importancia. Por norma general, muchos seguros limitan su servicio de grúa o asistencia en carretera a vías asfaltadas. Si el vehículo se queda tirado en medio de un camino de tierra, la grúa podría no llegar o, en el mejor de los casos, implicar un coste extra muy elevado.
En cuanto a la asistencia sanitaria, aunque el seguro obligatorio cubre los daños a terceros, la atención médica propia podría estar limitada o no cubierta si la incidencia ocurre fuera de lo que la póliza considera una vía pública convencional. Por eso, antes de emprender esas salidas, es fundamental revisar la póliza del vehículo a fondo.
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