Las palabras del subdirector general de Movilidad y Tecnología de la Dirección General de Tráfico (DGT), Francisco José Ruiz Boada, justifican una de las últimas decisiones del organismo, que bajará los límites máximos de alcoholemia para los conductores. “Los estudios demuestran que el alcohol aumenta el riesgo desde la primera consumición”, dijo Ruiz Boada antes de la puesta en marcha de la última campaña de vigilancia del consumo de alcohol y drogas al volante, en vigor del 16 al 22 de diciembre pasados.
“Incluso estando por debajo del límite legal, beber significa ponernos en riesgo a nosotros mismos y poner en riesgo a las personas con las que compartimos el vehículo y la vía pública”, añadió. Todavía hay demasiado alcohol en las carreteras. El 53,6% de los conductores fallecidos en siniestros de tráfico en 2023 dio positivo en alcohol, drogas de abuso y psicofármacos, aisladamente o en combinación.
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Lo refleja así la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidente de tráfico, un trabajo del Instituto Nacional de Toxicología que tampoco deja en buen lugar a los peatones atropellados. Cuatro de cada 10 cuerpos analizados dieron positivo por una u otra sustancia.
Por eso, y con el objetivo de eliminar en lo posible el alcohol al volante, la Dirección General de Tráfico bajará el límite máximo de alcohol hasta 0,2 gramos por litro de sangre, lo que equivale a 0,10 miligramos en aire espirado. Lo anunció en septiembre, ahora que la “sociedad española está madura” para aceptar este cambio. Esas palabras usó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuando informó de la medida, que entrará en vigor con una próxima reforma del reglamento de circulación, probablemente a lo largo de 2025.
Pocos días después, el director de Tráfico, Pere Navarro, aseguraba que el organismo solo ha recibido “críticas” por no imponer la tasa cero, algo que descartó porque la Comisión Europea, en un informe de diciembre de 2022, “recomienda 0,2 g/l” ya que es “equivalente a tolerancia cero”.
“La idea que tenemos es que igual que para velocidad y los radares ponemos un margen de error, sería prudente poner ese margen”, dijo Pere Navarro.
Con esta modificación, Tráfico se propone que la sociedad entierre el concepto de “consumo moderado” y asuma que “solo cero tiene cero consecuencias”, tal y como dice el lema de la última campaña de concienciación de la DGT.
El límite del alcohol actual que impone la DGT
La tasa máxima permitida en la actualidad es de 0,50 gramos de alcohol por litro de sangre (0,25 miligramos en el alcoholímetro); para profesionales y noveles, el límite es de 0,30 gramos (0,15 miligramos al soplar en un etilómetro).
La sanción por superarla es de 500 euros, más la retirada de cuatro puntos en el carnet de conducir; si se trata de un conductor reincidente (castigado por consumir alcohol en el año inmediatamente anterior), la multa es de 1.000 euros.
Cuando el resultado en el alcoholímetro duplica el límite legal, la sanción es de 1.000 euros, con una retirada de seis puntos en el permiso. La ley de tráfico aplica el mismo castigo a quien conduce con presencia de drogas en el organismo.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).