Un conductor en marcha no es capaz de ver nítidamente todo lo que ocurre a su alrededor, y la situación empeora cuanto más aumenta la velocidad. El entorno se difumina y solo percibe con claridad lo que se encuentra enfrente debido al peligroso efecto túnel.
Los datos, además, resultan esclarecedores. Como recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT), el ángulo de visión horizontal a 35 km/h es de 104º; al circular a 65 km/h, se reduce a 70º. A partir de 150 km/h, los conductores solo pueden ver claramente aquello que se encuentre en un ángulo de visión de 18 grados.
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