Igual que existen trucos para aparcar en una pendiente, también los hay para arrancar en un terreno inclinado. Conviene conocerlos porque un conductor, en su día a día, se enfrente a diferentes desniveles: la rampa de su garaje, de un aparcamiento público, una carretera de montaña…
La Dirección General de Tráfico (DGT) explica que la clave reside en la coordinación al manejar los pedales del coche. Si el conductor falla, se puede dar una de estas situaciones:
- Calado del vehículo: ocurre cuando el freno se mantiene mucho tiempo, el embrague se suelta muy deprisa o el acelerador no se pisa lo suficiente.
- Caerá hacia atrás si se suelta el freno muy pronto o el embrague demasiado tarde.
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El truco, por lo tanto, está en hacer bien el juego entre el embrague y el freno. Un profesor de la Autoescuela Merinero ha explicado la clave para llevar a cabo este movimiento sin errores.
Lo primero que hay que hacer es meter primera y, a continuación, hay que soltar el embrague poco a poco hasta notar una pequeña vibración. Esta es la clave: cuando se perciba este pequeño temblor, hay que soltar el freno y empezar a acelerar suavemente. Finalmente, se debe terminar de soltar el embrague poco a poco.
Loa pasos de la DGT
La DGT, por su parte, explica esta maniobra en cinco pasos:
- Pisar el embrague a fondo, meter primera y acelerar un poco más que saliendo en llano.
- Soltar el embrague suavemente, buscar el punto de fricción y mantener el pedal fijo cuando sienta que tiembla.
- Comprobar los retrovisores, la separación con los vehículos, la presencia de obstáculos, peatones, niños…
- Levantar el freno de mano, soltar el fijador y seguir acelerando. El vehículo querrá empezar a moverse.
- Bajar el freno para que el coche empiece a avanzar. Acelerar y soltar completamente el embrague, siempre con suavidad.
El truco de las ruedas y la marcha atrás
Hay que tener en cuenta cómo estará el coche antes de arrancar para hacer algunos movimientos previos a esta maniobra. Es aconsejable, al aparcar en cuesta, que girar los neumáticos hacia la derecha o hacia la izquierda dependiendo en qué lado esté estacionado.
Hay un motivo para ello: en caso de que el freno de mano falle, el bordillo de la acera parará el movimiento del vehículo. También es aconsejable meter la marcha atrás para inmovilizar las ruedas y bloquear el volante. Si se trata de un modelo automático, basta con dejar la transmisión en posición P.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.