El tacto del volante, ocasionalmente, sirve para identificar el mal funcionamiento de determinados componentes del coche y la presencia de averías. Cuando un conductor nota ciertas vibraciones, estas pueden estar relacionadas con el motor, la dirección o las ruedas… entre otros elementos.
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Determinadas averías del coche se producen con inmediatez. Sin embargo, otras son consecuencia de un fallo prolongado en el tiempo. En estos supuestos, las vibraciones del volante sirven para anticipar que algo va mal en el vehículo.
Cuidado con los neumáticos
Los neumáticos son uno de los dos grandes motivos que están detrás de las vibraciones del volante. Las generarán cuando tengan algún defecto o se hayan desgastado de forma desigual.
Para evitar este problema (y otros más graves como, por ejemplo, un reventón) hay que revisar su estado periódicamente controlando la profundidad de su dibujo, así como que la presión sea la adecuada.
Así lo explica Juan José, mecánico de Talleres Ebenezer, en uno de sus vídeos de TikTok: “Si te tiembla el volante cuando conduces, lo primero que tienes que mirar son los neumáticos”. Y añade que se debe “revisar siempre los cuatro, sobre todo los delanteros, que son los que más nos van a transmitir la vibración”.
El temblor del volante tiene su origen en la vibración de los propios neumáticos, algo que se debe a una “deformación. Puede tener la parte de en medio mucho más rebajada que en los laterales, que le salga un tomate hacia afuera o que se desgaste más en una zona que en otra”.
La dirección
Los neumáticos no son los únicos que pueden estar detrás de la vibración del volante. Cuando la dirección no está perfectamente equilibrada, las ruedas giran de manera antinatural: esto se traduce en vibraciones en el volante, pero, también, en un aumento del consumo del coche y un comportamiento dinámico peor.

Los frenos
Esta es la otra causa que suele esconderse detrás de la vibración del volante. Cuando los frenos son el motivo es que ya no están completamente planos, sino que se han deformado.
La suspensión
El problema de la vibración del volante a velocidades superiores a 80 km/h puede estar relacionado, también, con la suspensión. Si el mecánico determina que este es el motivo, lo más aconsejable pasa por cambiar los cuatro amortiguadores.
El motor
Lo cierto es que esta causa no es demasiado frecuente, pero puede darse. Ocurre cuando al motor le falta aire o cuando hay algún problema con las bujías.
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