EPC: el testigo del coche que se enciende y limita la velocidad a 30 km/h

Los coches modernos disponen de multitud de sistemas electrónicos que permiten el funcionamiento de diferentes elementos del vehículo. Y también tienen muchos dispositivos que controlan el buen funcionamiento de esos sistemas.

El EPC es uno de esos vigilantes, que en caso necesario se mostrará en forma de testigo en el cuadro de instrumentos. Sin embargo, en muchos modelos (algo más antiguos), esta alerta específica no existe y va incluida en el testigo general del motor, ya que avisa de un fallo aplicable a algunos de los elementos o funcionamiento del motor.

Las siglas EPC hacen referencia en inglés a electronic power control. Y es que este testigo va asociado a la ECU (unidad de control electrónica, por sus siglas en inglés) y puede encenderse por diversas causas.

Al detectar un fallo electrónico, este sensor incluso puede dar la orden al vehículo de entrar en modo de autoprotección, por el cual se ralentizan la velocidad y las revoluciones. El coche pasará a circular a un máximo de velocidad de unos 30 o 40 km/h y no subirá de ahí por mucho que se pise el acelerador.

Testigo EPC del coche: ¿qué puede indicar?

Como ya se ha comentado, el testigo EPC puede detectar varios problemas, e incluso según la marca del vehículo, indicar una cosa u otra.

Los problemas más habituales de los que alerta suelen estar relacionados con la entrega de potencia y con sus elementos, como el acelerador o la inyección. Pero también puede señalar deficiencias en el ABS, en otros sensores del motor, en la dirección asistida o en el cableado en general.

En cuanto a las marcas que lo muestran, si se ve en algún vehículo del Grupo Volkswagen, el problema se suele referir a esta entrega de potencia. Si se trata de Mercedes, suele detectar una deficiencia en el sistema de inyección de combustible, que si no se repara puede originar problemas mucho más graves y costosos.

Por eso, en cuanto aparezca este testigo encendido lo mejor es llevar el coche al taller. Y por el camino, rodar siempre en la marcha más larga posible para no revolucionar mucho el motor.