Hasta 30.000 euros de multa por hacer esto con el coche ante un control

La Policía Nacional ha vuelto a recordar en sus redes sociales la importancia de no comunicar la ubicación de un control en carretera. El principal argumento esgrimido por las autoridades es la seguridad vial y ciudadana, que se podría ver afectada por los avisos de la presencia de dicho operativo de vigilancia.  

Existen diversos tipos de controles policiales en carretera. Desde vigilar el uso de alcohol y drogas al volante hasta los más específicos, que buscan a infractores concretos. Avisar de cualquiera de estos controles puede conllevar multas de miles de euros.

Antes de la aparición de las redes sociales, una de las maneras habituales de los conductores de avisarse entre sí ante un control era mediante el uso de las luces largas. Dando ráfagas, los conductores que se cruzaban con un control en el carril contrario avisaban a aquellos que se lo iban a encontrar de frente.  

Esta conducta incumple con el uso de las luces del vehículo que regula el artículo 100 del Reglamento General de Circulación. En él se especifica que utilizar la luz de largo alcance “en forma de destellos” y “con propósitos diferentes a los contemplados en este reglamento” está prohibido. La sanción es de 100 euros y de hasta 200 euros por deslumbrar a otros conductores.

Hasta 30.000 euros por avisar de un control

Pero las consecuencias de avisar de un control móvil de la Policía pueden ser más graves. Utilizar las redes sociales y plataformas de avisos entre conductores puede salir muy caro a aquellos que compartan las ubicaciones de las operativas de vigilancia policiales.  

Aunque existan estas normas, no está prohibido formar parte de grupos y redes sociales como Social Drive o Waze. Es cierto que no existe una regulación concreta sobre los avisos de controles en carretera, sobre todo si la información se ha conseguido lícitamente. Es decir, si un conductor pasa por un control o un radar móvil y avisa sobre ello. 

Por esta razón, es complicado acabar recibiendo una sanción, pero no imposible. Si así se demuestra ante un juzgado, y según la ley Orgánica 4/2015, conocida como ley mordaza, interferir en el éxito de operaciones de los agentes de seguridad es una infracción grave, sancionada con entre 601 y 30.000 euros de multa.  

Aquellos que, además de avisar, añadan imágenes del control de seguridad en las que salgan los agentes, estarían incurriendo en otra infracción grave, según otro artículo de esta misma norma. Más allá de las multas, las sanciones pueden ir acompañadas de la retirada de permisos, como el carnet de conducir, incluso hasta durante dos años.